Leonel Fernández Reyna y sus aportes en la educación de República Dominicana
Por Manuel Almánzar Castillo
Excónsul de República Dominicana en Miami
Hace poco escribí tres trabajos sobre los diferentes gobiernos del expresidente Leonel Fernández Reyna y sus aportes al desarrollo de República Dominicana. Acto seguido, un buen amigo me llamó para decirme que los había leído, pero que me quedé debiendo en algunos temas por exponer, específicamente en la educación. Le contesté que haría un análisis al respecto.
Para hablar de las contribuciones de Fernández Reyna a la educación hay que remontarse al año 1996 para conocer cuál era la situación académica de aquel entonces, y qué ideas tenía el entonces joven aspirante a la presidencia de la República por aquellos años.
Apelé al viejo programa de gobierno en que se sustentó aquella candidatura y confirmó lo que siempre supe. Fernández Reyna estaba adelantado a su tiempo, y eso se reflejó, no solo en su programa, sino en sus realizaciones en el plano de la educación.
Fernández Reyna ya era un académico consagrado, a pesar de su corta edad. Gran lector y pensador de reconocida solvencia intelectual y eso se reflejó, obviamente en un programa de gobierno visionario. Leer hoy, 26 años después dicho programa y verificar su obra de gobierno, es comprender el vínculo eficaz que hay entre la formación del líder y el resultado de su trabajo en la presidencia.
El programa de 1996 contenía un diagnóstico de la realidad de la educación de ese momento y las soluciones para los problemas acuciantes y urgentes que debían aplicarse. Sólo citaré una parte de sus propuestas y realizaciones a partir de la realidad encontrada.
Reconstrucción, remodelación y equipamiento de las escuelas a nivel nacional, butacas, pizarras, material gastable, todo hacía falta cuando Fernández Reyna llegó al Palacio.
Dotar a las escuelas de laboratorios de ciencias para que los alumnos pudieran hacer experimentos de física, química, biología y otras asignaturas. Elevar el nivel educativo de la población era una tarea impostergable. En todo eso se trabajó desde el primer día y el cambio empezó a notarse de inmediato.
Se emprendieron tareas para que, desde el inicio del año escolar 1996-1997, se enfrentaron los males diagnosticados y se inició un vasto plan de remodelaciones, equipamientos y construcción de nuevas escuelas y liceos, debidamente equipados.
Dotó las escuelas a nivel nacional de laboratorios y salas de computadoras, revolucionando la educación, reduciendo la brecha digital, proporcionando a los más humildes las mismas oportunidades que hasta ese momento solo gozaba una parte del estudiantado que iba a los grandes colegios privados de las ciudades.
Fernández Reyna fue el primer político que habló en el país de los cambios tecnológicos que se avecinaba, y por tanto, no sólo creó las salas digitales en las escuelas públicas, sino que también que creó el parque cibernético y el Itla, que han jugado un papel fundamental en el desarrollo y promoción de las ciencias y tecnologías en República Dominicana, a la par con la creación de la Secretaría de Educación Superior Ciencias y Tecnologías.
Aumentó sostenidamente la inversión del Estado en la educación y asumió el plan decenal de educación.
Desde la escuela se estimuló la lectura, mejoró las condiciones de vida y trabajo de los maestros, aceleró y aumentó las pensiones acumuladas por años, se siguieron los planes de viviendas para educadores que desarrollaba el gobierno anterior, posibilitó el acceso a nuevas tecnologías, actualización profesional y dotar a los maestros de equipos de computadoras y prepararlos para los nuevos tiempos.
Vinculó la escuela con la comunidad, estimuló la educación inicial, aumento de cobertura a nivel básico, matriculación en la educación media, técnico profesional, incluso educación especial. Desarrolló una gestión del sistema educativo descentralizado, democrático, participativo, que induce a todos los sectores de la sociedad en el proceso educativo.
Aumentó y mejoró el desayuno escolar, entrega de libros, útiles. Creó el Instituto de Bienestar Magisterial, tal como establece la ley general de educación, fortaleció el instituto de bienestar estudiantil.
Estableció relaciones armoniosas con la Asociación Dominicana de Profesores (ADP)
La obra física como la construcción de escuelas, liceos, estancias infantiles, centros tecnológicos, (más de mil), el Itla, 18 centros universitarios de la UASD, (verdaderas universidades), son parte de los grandes aportes de Fernández Reyna a la educación.
En los gobiernos de Fernández Reyna aumentó significativamente la cifra de estudiantes universitarios.
Creó el programa de Becas Nacionales e Internacionales, y ya para el año 2012, alrededor de 11,000 jóvenes habían obtenido becas en universidades del país y 15,354 habían podido ingresar a universidades internacionales de alto nivel.
Creó el programa de inglés por inmersión para la competitividad, un programa gratuito que permite a los jóvenes integrarse a la actividad laboral, con empleo de calidad y atrae inversión extranjera. Impulsó programas de postgrado, educación continuada y actualización tecnológica para maestros y otros profesionales.
Fernández Reyna pensó y trabajó en su gobierno por una educación de calidad, su exitoso programa de becas buscaba, entre otras cosas, estimular las iniciativas y emprendimientos de los jóvenes, a fin de que no solo sean o se limiten a servir a empresas e instituciones, sino a crear las propias, a ser generadores de nuevos empleos, por eso fortaleció PROMIPIME y creó facilidades de créditos a los emprendedores, sobre todo, jóvenes recién graduados o a punto de hacerlo, fortaleciendo el círculo virtuoso del crecimiento económico, la socialización del bienestar y el desarrollo sostenible.
En un posible futuro gobierno de Fernández Reyna, será prioridad detener el retroceso evidente en todos los órdenes que aquejan hoy al país; sobre todo en el área de la educación.
Su meta es recuperar y promover una cultura científica de la educación, centrando los objetivos en fortalecer la enseñanza de las matemáticas, ciencias, la historia y la geografía, dominio pleno de la lectura, la escritura, los idiomas, las ciencias y las tecnologías, desarrollar un vasto programa de educación continuada y actualización del magisterio nacional, vincular la educación con los objetivos de desarrollo económico, pleno empleo, paz social, bienestar económico de las familias, fortalecer y promover la defensa del medio ambiente y la cultura democrática, convivencia pacífica y el desarrollo de un ambiente sano y armonioso en campos y ciudades, en fin ver la educación como un medio de liberación y redención social.
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