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¿Por qué el Congreso no aprueba leyes para el control de armas?

En el Editorial de la pasada versión impresa de "Mi Tierra News", publicada el 20 de mayo, se habló de la necesidad de "un punto medio" entre el Control de Armas y la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, en momentos cuando los tiroteos masivos parecían estar aumentando, enlutando cada vez con más frecuencia a familiares y amigos de demasiadas víctimas inocentes.

Lo publicado entonces salió tras el sangriento fin de semana del 13 al 15 de mayo, cuando se reportaron dos tiroteos en Texas y balaceras masivas en Nueva York, California, Wisconsin y Carolina del Norte, cobrando la vida de 14 personas (incluyendo 10 que murieron en un ataque racista en un supermercado de Búfalo), y dejando un saldo de 39 heridos.

Lo triste es que, cuatro días después de la publicación, un nuevo ataque masivo puso de rodillas a la sociedad estadounidense. El 24 de mayo, el terror se apoderó de una escuela primaria en Uvalde, Texas, cuando un atacante armado de 18 años (con aparentes problemas de salud mental), abrió fuego con un rifle de asalto AR-15, cegándole la vida a 19 estudiantes y dos maestros.

La mayoría de las víctimas en ese tiroteo escolar eran niños de entre 9 y 10 años, quienes, aunque por siempre vivirán en los corazones de sus padres, familiares y amigos, indudablemente dejarán un marcado espacio vacío imposible de llenar.

Como ha ocurrido en múltiples ocasiones en años recientes -especialmente después de los tiroteos escolares de Columbine (1999), Red Lake (2005), Sandy Hook (2012), Roseburg (2015), Parkland (2018) Santa Fe (2018), entre otros-, el hecho reavivó el feroz debate por el control de armas en Estados Unidos.

Están, por un lado, los que quieren cambios inmediatos para evitar que matanzas similares continúen ocurriendo en Estados Unidos. Por otro lado, están los que insisten en defender su derecho constitucional de portar armas, porque consideran que cualquier propuesta para restringir su acceso es un intento de quitarle las armas de fuego a los ciudadanos que respetan la ley.

A tan sólo tres días después del tiroteo en Uvalde, y quizás para echarle sal a la herida, en Houston, Texas (a unas 280 millas -450 kilómetros- de la escuela primaria en donde ocurrió la matanza), la Asociación Nacional del Rifle (NRA) realizó su cumbre anual para promover la venta de armas y el derecho "constitucional" de portarlas.

El escenario de este encuentro estuvo protagonizado por líderes republicanos como el senador de Texas, Ted Cruz, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, y el expresidente Donald Trump. En sus discursos, todos de índole político atacando al Partido Demócrata y sus propuestas para regular las armas, el mensaje era enfatizar en la necesidad de poner más armas en la calle para "defendernos". Se propuso, por ejemplo, darle armas a los maestros para que puedan defender a los estudiantes la próxima vez que un atacante armado entre a un aula.

Es cierto que en las últimas semanas se han reportado tiroteos masivos en escuelas, bares, conciertos, lugares de trabajo, templos religiosos, gimnasios, salones de belleza, vagones del metro, y centros comerciales, entre otros. Pero, aunque los lugares seguros ya no existen, armar a más personas no es la solución.

Según el Gun Violence Archive, hasta el 19 de mayo en Estados Unidos han muerto 20,339 personas a consecuencia de las armas de fuego. En lo que va de 2022, se han reportado 273 tiroteos masivos, y unos 776 niños de 17 años o menos han muerto a consecuencia de disparos.

Estados Unidos hoy tiene más armas que habitantes. La población actual se estima es de 326 millones de personas, mientras que el número de armas supera los 393 millones. Estamos hablando de 120.5 armas de fuego por cada 100 habitantes.

Actualmente en el Congreso hay un proyecto de ley que pretende limitar el acceso a las armas y, si bien no es una solución, al menos es un buen primer paso para mitigar los tiroteos masivos. Ya la Cámara de Representantes aprobó su versión de la medida, con 223 votos a favor y 204 en contra.

Es importante destacar que, entre los que rechazaron la medida había 203 legisladores republicanos, porque según insisten no evitarían los tiroteos masivos y les quitarían el derecho a las personas a portar armas.

El proyecto de ley pretende limitar el acceso a las armas a personas de 18 a 21 años, regular la venta de rifles de asalto y de los cartuchos de alta capacidad, fortalecer la revisión de antecedentes, y disponer fondos para el cuidado de personas con salud mental.

Ahora el desafío es lograr que pase en el Senado donde, si bien hay un grupo de 10 senadores republicanos que anunciaron respaldar el proyecto, es necesario esperar el día de la votación para ver si se aprueba o no.

Lo que está claro es que ya sea este proyecto -o cualquier otro que se apruebe en el futuro- es vital que los políticos actúen cuanto antes porque al paso que vamos, los tiroteos masivos se convertirán en la nueva pandemia social de Estados Unidos.

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