Confirma la muerte de policía que iba a testificar contra Gustavo Petro

BOGOTÁ - El teniente coronel Oscar Dávila Torres, uno de los encargados de la seguridad presidencial que había sido salpicado por el escándalo de las presuntas interceptaciones a llamadas telefónicas, fue encontrado muerto el viernes en la noche.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo este sábado en su cuenta de Twitter que "cerca a su casa mandó a su conductor por una botella de agua, éste dejo su pistola en el asiento y cuando regresó delante de él se suicidó con un disparo en la sien con la pistola que había dejado".

El viernes, medios locales habían informado que el coronel había sido encontrado muerto en un vehículo en Bogotá bajo "circunstancias extrañas". Al respecto, Petro dijo que no había sido encontrado muerto ni tenía dos disparos en su cuerpo.

El 2 de junio, el coronel Dávila Torres le expresó al fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, por medio de una carta su "disponibilidad para presentarse ante el despacho del ente investigador" y de ser necesario, ser interrogado en el caso que se investigan supuestas interceptaciones ilegales a la exniñera de la exjefa de Gabinete, Laura Sarabia.

Petro afirmó en un mensaje en Twitter que "el coronel Dávila había recibido varias llamadas de la prensa y había asistido a la diligencia del CTI en el piso 13 de la DIAN", donde, según el comunicado, no había ningún tipo de aparatos de interceptación.

Por otra parte, el abogado del coronel Dávila, Miguel Ángel del Río Malo, señaló que "la fecha real de la radicación de la solicitud para ser escuchado fue el día 5 de junio" y que para el día 6 se realizó la inspección en el piso 13 frente a la Casa de Nariño, "atendida por él, donde fue amenazado".

Hasta este sábado, la Fiscalía General de Colombia no se ha pronunciado sobre el caso.

El director general de la Policía de Colombia, el mayor general William René Salamanca, lamentó este viernes por medio de su cuenta de Twitter la muerte del teniente coronel Oscar Dávila y envió su solidaridad a sus familiares.

El escándalo de las supuestas interceptaciones salió a la luz el 27 de mayo tras una publicación de la revista "Semana". La exniñera de Sarabia, Marelbys Meza, había señalado al medio que en enero fue llevada a un edificio de la Presidencia de Colombia donde asegura, fue sometida a un interrogatorio y a una prueba de polígrafo por un dinero que fue hurtado del apartamento de la funcionaria.

El caso llevó a la salida del Gobierno de Sarabia y del embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti.