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Opinión sobre el supuesto acto de discriminación contra Rose Mary Santana

Rose Mary Santana, presidenta de la
Comisión de Asuntos Diplomáticos
del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
Por Fernando Almánzar
Mi Tierra News

Me entristece mucho ver que AlMomento.net, en el artículo titulado "EU: Periodista denuncia haber sido humillada en acto Abinader", fracasó en satisfacer una de las reglas más básicas e importantes del periodismo: Verificar datos y consultar a los involucrados.

Como sabemos, todas las historias tienen dos o más partes, y en este caso, el escrito relata exclusivamente la denuncia de Rose Mary Santana. En ninguno de los párrafos se leen las declaraciones de las otras personas involucradas.

Lo primero: Este servidor estuvo presente en el auditorio en donde se realizó la charla con el presidente Luis Abinader Corona. El acto estaba pautado para iniciar a las 10 a.m. de la mañana y llegué al lugar una media hora antes, a las 9:30 a.m.

El evento no arrancó hasta alrededor de las 11:10 a.m. y en ningún momento -durante la hora y 40 minutos que pasó hasta que llegara el mandatario- fui testigo de conmoción alguna. Todo transcurrió de manera cordial y sin incidentes. 

Si Santana en realidad fue "humillada", "discriminada" y sacada de "manera abrupta" como ella asegura, los agentes de seguridad la "sacaron" de una forma demasiada pasiva y callada, porque nadie se dio cuenta. Luego del evento -y de leer la denuncia de Santana- conversé con varias personas de las que estuvieron allí presentes conmigo, y todas me corroboraron que en ningún momento escucharon exabruptos o desplantes.

De nuevo, el artículo de AlMomento.net falla garrafalmente en incluir declaraciones de testigos que pudieran quizás corroborar la versión de Santana.

Lo segundo… Si, como ella misma cuenta, estaba sentada en el asiento de la hija de la embajadora Robin Bernstein, lo más lógico es que cuando la dueña del asiento llegara, Santana debía pararse para cederlo. ¡Ese asiento no le pertenecía!

Cabe destacar que los organizadores del evento establecieron un código de colores para los asientos. Si no recuerdo mal, había pulseras rojas, verdes, y naranjas... La prensa presente fue identificada con una pulsera azul.

La embajadora Bernstein estaba sentada bien al frente, en las primeras tres filas del auditorio, que tenía capacidad para unas 450 personas.

Como llegué temprano, noté que esa área estaba vacía y, sin saberlo, intenté sentarme ahí. Pero uno de los coordinadores me informó que esa zona estaba reservada para los invitados VIPs, y me enseñó el lugar designado para la prensa. Acto seguido, le di las gracias y me senté en el lugar apropiado.

Si por alguna razón, Santana se equivocó y por error se sentó en un área que no le correspondía, su deber es reconocerlo. ¿Por qué en vez de sentarse al lado de la embajadora no se ubicó en el lugar en donde estaba toda la prensa?

Tercero: Antes de publicar este escrito, ¿habló AlMomento.net con la embajadora Bernstein, su esposo o algún otro testigo?; ¿quién mejor que la propia embajadora para relatar lo que presuntamente pasó? Si fue testigo del "agravio" que Santana denuncia, ¿quién mejor que ella para contar lo que vio y escuchó?

Cuarto: Santana acusa al Ing. Jacobo Fernández de ser el responsable de un plan para hacerle daño. Incluso infiere de que su vida corre peligro y que, si algo le pasa, él diplomático sería el responsable... ¿Hizo AlMomento.net un intento de hablar con el cónsul Jacobo Fernández?; ¿qué tienen que decir los organizadores del evento sobre esta denuncia? Por lo visto, nadie hizo un intento por investigar.

Quinto... ¡y esto es un asunto muy personal! Si a mí, a Fernando Almánzar, me sacan de un lugar, jamás vuelvo a entrar ahí, ¡punto! Insisto, no fui testigo del supuesto "altercado" que Santana asegura haber tenido con la seguridad del evento. Pero, si soy yo la persona expulsada de un lugar, ¡jamás vuelvo a entrar! 

Lo que sí sé es que durante y después del acto, Santana estaba presente en el interior del auditorio interactuando con múltiples personas, sacándose fotografías y caminando por todo el salón como si nada hubiera pasado. Si su "expulsión" la hubiera afectado tanto como asegura, ella no hubiera regresado...

Importante: Es vital esclarecer que, ni soy amigo personal del cónsul Jacobo Fernández. Las tres o cuatro ocasiones que he interactuado con el Ing. Fernández en actos públicos, siempre me ha tratado con respeto y cordialidad. Nunca me ha inspirado desconfianza. Tampoco soy miembro del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Tengo muy buenos amigos que sí lo son pero, por mis compromisos profesionales no tengo ni el tiempo, ni el dinero, ni el deseo de formar parte de un partído político.

Santana tendrá sus razones para hacer su denuncia y, para ser honesto, ella tiene todo el derecho de hacerlo. Si de verdad fue maltratada como asegura, yo sería el primero en respaldarla; luego, por supuesto, de corroborar los hechos... 

Ahora bien, si alguien presenta una denuncia, es nuestro deber como periodistas tratar de verificarla, entrevistando a los involucrados. Si se hace el contacto y los involucrados no quieren hablar, entonces hay que decir que al menos se hizo el intento.

Pero publicar un escrito relatando solamente una versión es un ejemplo vivo de mediocridad periodística y, lo peor, lamentablemente hay gente que cree todo lo que se publica. Yo soy Fernando Almánzar y así veo las cosas.

1 comentario:

  1. Imparcial y valiente apoyo a gente honesta q no vende su pluma

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