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Tributo a los servicios de enfermería

Si bien las enfermeras han sido protagonistas de la pandemia del COVID-19, su dedicación ha estado presente desde los inicios de la humanidad.

Rafael Baldayac
Especial para Mi Tierra News

La enfermería es una práctica tan antigua como la vida misma. Tiene su propia historia arraigada desde el inicio de las civilizaciones y varía según la época y las circunstancias.

Cada año, el 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermera y el Enfermero, una de las profesiones más sublimes y abnegadas. El amor al prójimo hecho carne todos los días.

Es una fecha para conmemorar en todo el mundo el nacimiento de Florence Nightingale (1820-1910), una enfermera, escritora y estadística británica, considerada pionera de la enfermería moderna y creadora del primer modelo conceptual de esta profesión.

"La enfermería vista como un arte; y si se pretende que sea arte, requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o de un escultor", así la definió Nightingale.

Si hacemos historia y nos remontamos a los orígenes, ser enfermero/a era un trabajo de carácter benéfico de las necesidades propias que requerían de su presencia por guerras, plagas y catástrofes.

Cuidar es y será siempre una actividad inherente a la vida, a la vida en sociedad y a la condición humana. El término cuidado se aplica tanto a los cuidados maternales como a las actividades cotidianas.

Antiguamente los sacerdotes y clérigos regulaban el orden social; de allí se derivan posteriormente otras profesiones, como la medicina, la enfermería y la abogacía.

De manera que la aparición y evolución de la práctica de enfermería está relacionada con la historia de las mujeres sanadoras, cuya función de cuidar ha sido desarrollada durante milenios.

Las acciones de cuidado han estado presentes a lo largo de la historia y son inherentes a la vida. El cuidado de la persona, la alimentación y protección aseguran la supervivencia de cualquier grupo social.

Es por eso por lo que la enfermería recibe una gran influencia del cristianismo; valores como la solidaridad, el respeto a la vida y el amor son reafirmados por la doctrina de Cristo.

La enfermería en la Edad Media estaba dominada por la religión. Febe fue considerada la primera enfermera visitadora; atendía a los enfermos en sus hogares y su principal actividad consistía en participar en los bautismos por inmersión, ungiendo el aceite y apoyando las labores del diácono.

Desde entonces, la enfermería representa misericordia y caridad. Tanto es así, que en la Biblia encontramos múltiples pasajes haciendo referencia a la enfermería, uno de los caminos que Jesús marca como vía directa de santidad.

Es por eso por lo que las virtudes que trae consigo la enfermería están representada en la Biblia, en el pasaje del Buen Samaritano (Lucas 10: 29-37), cuando Jesús trata de ilustrar la piedad y la misericordia con el prójimo, al señalar que el Buen Samaritano "vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino, y lo llevó a una posada y cuidó de él".

Además, en las Sagradas Escrituras, hay varios pasajes dedicados a la salud de los enfermos, como en el Libro de los Reyes (20;5) "Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: el Reino de Dios ya está cerca"; o en Mateo (10:8 y Lucas 9:2) "Y los envió a que predicaran el reino de Dios, y que sanasen a los enfermos".

En los salmos también infunde sanación a los enfermos: "El Señor lo confortará cuando esté enfermo; lo alentará en el lecho del dolor". (Salmos 41:3). "Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades". (Salmos 103:3).

"Porque yo te devolveré la salud, y te sanaré de tus heridas", declara el Señor (Jeremías 30:17).

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