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Lealtad al amigo, no al partido: problema dominicano

El éxito de los líderes se obtiene cuando escuchan a sus seguidores y, en momentos de dificultad, aprenden a trabajar en equipo incluso si esto representa escuchar críticas en su contra.

Johnny Sánchez
Economista y Analista Político

"Si gana ese candidato en mi partido, ¡yo no guiso! Por eso, solo me mato trabajando por el que me dará mi mangú"... Frases similares las oigo a diario y me da mucha pena. En República Dominicana, el "grupísmo" de tendencias dentro de todos los partidos se ha convertido en un hecho cultural.

En muchas ocasiones, se tiende a confundir la lealtad con la fe ciega en algo o a alguien. Sin embargo, para desarrollar una lealtad sólida y duradera, lo correcto es ser críticos con aquellos a los que seguimos, con una serie de principios de mucho significado, entre ellos la reciprocidad.

Evidentemente, el líder debe ser leal a sus subordinados, dándoles su apoyo cuando estos lo necesiten, o "tirando del carro" en momentos de dificultad. Si este líder hace uso correcto del poder que obtiene de su posición, ejerciendo un liderazgo de servicio, terminará obteniendo la lealtad de sus seguidores y viceversa.

Cuatro temas que quiero explicar...

  1. Lealtad mal entendida
  2. Lealtad al líder
  3. Fomentando la crítica
  4. Lealtad a los seguidores

Lealtad mal entendida

Seguro que en alguna ocasión te han hablado, o has oído hablar, del compañerismo mal entendido, en el sentido de que alguien se ampara en el corporativismo entre los que tienen un mismo nivel jerárquico, o el sentimiento de pertenencia a un grupo para evitar denunciar conductas que deberían ser corregidas.

La lealtad mal entendida viene a ser algo muy parecido. Se hace patente en el momento en que anteponemos nuestra hipotética lealtad, al hecho de explicar a esa persona a la que somos leales, que algo no se puede argumentar; que puede estar equivocando al tomar una determinada decisión o tener una perspectiva muy parcial.

Si realmente eres leal, ¿no crees que esa persona merece saber lo que está ocurriendo por más duro que pueda ser para ti o para él? Desarrollar una lealtad real y duradera, requiere honestidad con uno mismo y con la otra persona.

Lealtad al líder

Es lo que usualmente espera todo líder, que se precie. Conseguir que sus seguidores le sean leales y que, en momentos de dificultad, cuando sea necesario, hacer un esfuerzo adicional se mantengan a su lado.

Mantener la cohesión y el orgullo de pertenencia al grupo, en momentos de bonanza es relativamente fácil. Lo que realmente va a diferenciar a un buen líder de uno excepcional es el hecho de que, ante la adversidad, su personal se muestre aún más decidido si cabe a conseguir los objetivos y estén siempre dispuestos a mantenerse al lado de quien consideran su líder.

Fomentando la crítica

El líder debería fomentar la crítica interna, una crítica positiva en la que debe incluirse el mismo, ya que en caso contrario el grupo podría caer en la autocomplacencia y la adulación mutua.

Personalmente prefiero trabajar con personas que estén dispuestas a darme su opinión, en todos los aspectos que consideren de interés para el proyecto que estemos llevando a cabo.

De hecho, tras situaciones de gran trascendencia o de importancia para mí. Yo, por ejemplo, me reúno con las personas que forman mi círculo de mayor confianza y les pido que me digan sin tapujos lo que creen que podría haber hecho mejor.

No considero leal a quien dice lo que uno quiere oír o simplemente no expone sus reservas ante algo que considera incorrecto. Aunque claro, es sólo es mi opinión.

La próxima vez que alguien se acerque a ti para decirte que cree que algo es mejorable, en vez de adularte, valora que quizás está siendo realmente leal.

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