"Goyo: En letra de otro"… Un documental sencillamente hermoso
La artista colombiana Goyo del trío ChocQuibTown ofrece un vistazo de su historia, influencias y lo que le depara el futuro a su carrera, en un especial disponible en HBO Max.
Por Alex Quezada
Mi Tierra News
De entrada, debo admitir que no soy un seguidor acérrimo del trío colombiano, ganador de Premio Grammy, ChocQuib Town. Lo que sé de ellos ha sido de manera fugaz y casual, apreciado en sus impresionantes presentaciones, recargadas de fusiones, color y energía, en escenarios de la televisión internacional, por lo que no le he dado seguimiento a su carrera como tal.
Ahora bien, satisfecho he quedado con "Goyo: En letra de otro", un especial audiovisual de las productoras Sony Music y Kree8, en donde la vocalista Gloria Martínez -apodada Goyo y nacida en 1982-, rememora las raíces de su banda sonora vital, versionando un grupo de canciones influyentes y decisivas para su formación, que a la vez constituye su primer álbum como solista.
Estrenado el pasado 4 de marzo, y disponible en HBO Max, el especial de 45 minutos dirigido por Simon Brand, muestra a la artista de voz bien timbrada y palabras precisas, relatar su proceso de crecimiento mientras comenta sus canciones favoritas y reconoce las influencias del entorno familiar.
Por igual, describe el contorno colectivo inmediato del barrio y su pueblo natal, Condoto, de la costa del Pacifico colombiano, el cual define como "un pueblito pequeño, perdido en el tiempo y olvidado por la historia… un puntito en el mapa; un lugar donde llueve mucho, pero uno no para de sentir la calentura de la gente".
Y es allí, por lo visto, donde cuerpos eminentemente de piel mulata y negra se entregan por tradición y sin tapujo a la pasión danzaría, envueltos en ropajes multicolores o de la cotidianidad; ya sea en carnaval o fiesta patronal; de manera conjunta en las calles, o de modo personal e íntimo en callejones y traspatios.
Como punta del iceberg del relato, surge el antológico "Oye como va", de Tito Puente, sirviendo de base con su estribillo al corte "Oye mi ritmo", el cual se sustenta en fases de hip hop melódico y sensual, y a seguidas, ecos de Celia Cruz y la Sonora Matancera, como nostalgia de sus parientes mayores, salpican el ambiente, propiciando comentarios y balbuceo de versos de parte de la vocalista.
En lo que respecta a su país, me atrevo a plantear que para la generación de la artista no hay figuras juveniles más acentuadas que la de Shakira y Carlos Vives. Este último, con su "Pa' Mayté" y su estampa folclórica de corte internacional puso a mover al continente y más allá.
Y es precisamente ese el primer tema que lleva a la producción de Goyo hacia un entorno de verdor y naturaleza viva, para hibridar fantasía y ritmo, firmándolo con su toque de hip hop como sello personal.
Igualmente, rastros de reggae sirven para enmarcar momentos y dar paso a su versión de "De repente", de Soraya, fallecida a destiempo (a sus 37 años, en 2006), y de la cual se siente afortunada "de poder cantar y mostrar una canción como esta en este momento; habiendo otras generaciones que no supieron qué mensaje trajo Soraya".
Como indicamos, la presencia sonora de Shakira no quedaría fuera. De la barranquillera, Goyo versiona "Antología", el cual nutre y revalora en ritmo, acomodándolo en la actualidad.
El universo de Joe Arroyo, un patriarca de la proyección internacional de la música colombiana también tiene sus huellas en esta historia personal de Goyo. Su emblemático "La noche" sirve de motivo a unos versos cargados de energía y electrónica para un punto de vista irónico y descarado, con los códigos actuales del entorno urbano.
Así, sin barreras de edades, se contornean los cuerpos como expresión viva, cuya contemplación inspirara en tiempos pasados los versos de Tite Curet Alonso, e inmortalizara Ismael Rivera: "Por eso vivo orgulloso de su colorido; somos betún amable de clara poesía; tienen sus ritmos, tienen melodía; las caras lindas de mi gente negra".
Un momento de sosiego se plantea con la interpretación acústica de "Perdóname" (del cantautor argentino Jerónimo (Alberto Pedro González Quevedo), donde guitarra en mano, Goyo derrama sutileza.
A seguidas se retoma el brío con el ambiente foráneo de principios de la década del 2000, que también llegó al entorno de la vocalista, quien emite opiniones sobre el boricua Tego Calderón, de singulares liricas y códigos: "Tego fue la persona que pudo decir en las letras urbanas lo que muchos afrolatinos queríamos escuchar". De él replica "Lo conoces", más conocida como "Pa' que retocen, pa' que se lo gocen".
Al adentrarnos en las penumbras de un pub al más puro estilo de antaño, retomamos el aliento con la sorpresa diamante entre las piezas, la cual ha sido el tema "Summertime" de George e Ira Gershwin, alternado y ubicado como capa inferior del corte "No es fácil", en mezcla de jazz, rap y hip hop; en donde la vocalista flota entre uno y otro, en un arreglo eminentemente fusionado, condimentado con exclamaciones y fraseos de otras fuentes. Sorprendente resultado. Electrónica de la buena.
La labor pionera del panameño Edgardo Armando Franco -El General-, figura básica del reggae en español y el dance hall de principios de los años 90, también es valorada por Goyo, quien versiona "¿Qué es lo que quiere esa negra?".
Cada tema ha sido objeto de un tratamiento particular, tanto en lo musical como lo visual; predominando la variedad de locaciones, el cuidado de los detalles de vestuarios, coreografía, maquillaje e iluminación; alternando con insertos dinámicos de vistas panorámicas, ambientes de calles y gente común, que hacen ligero y atractivo el material.
Ya rumbo al cierre, retorna la temática contemporánea del ambiente pop y urbano con "Na Na Na", original de Goyo, precediendo un poema que más bien es una declaración de principios sobre el ser, su procedencia, su gente y su raza. Y ya para créditos finales y tras bastidores, se reserva "Boga Boga", también original de Goyo. En definitiva, un material atractivo y cuyo visionado vale ser repetido.
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