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OPINIÓN | Combinando un sistema republicano con prosperidad para 2024

Por Johnny Sánchez
Especial para Mi Tierra News

Hace unos días leí los siguientes titulares... Primero: "Nicolás Maduro y Raúl Castro advierten que el triunfo de Milei es una 'tremenda amenaza' para Latinoamérica"; y segundo: "Trump le dice a Milei: 'Iré a visitar tú Buenos Aires' ". Ambos textos, que hacían referencia al triunfo del ultraderechista Javier Milei como el próximo presidente de Argentina en la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre, me motivaron a escribir este artículo.

Y es que, a partir del 10 de diciembre, en Argentina comienza un nuevo ciclo con Milei al frente de la Casa Rosada. La mayoría de los economistas estamos pendientes a lo que ocurrirá en el país sudamericano.

De la misma manera que en Quisqueya muchos justifican los groseros errores de los gobiernos adeudados del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en Argentina, Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, fracasaron en materia económica diciendo que, si se aplicaban medidas contrarias a las que tomaron el país estallaba y volverían los atrasos con el Fondo Monetario Internacional.

Los Kirchner se equivocaron con las mismas pobladas hechas por el fallecido presidente dominicano Salvador Jorge Blanco (1982-1986). Para los dos expresidentes argentinos, la función de un gobierno se limitaba a durar el tiempo que ocupaba el cargo y no a iniciar un rumbo de cambios económicos que permitan a un país salir de la larga decadencia.

Todo parece indicar que buena parte de los dominicanos defienden principios básicos de un sistema republicano, pero, al mismo tiempo, optan por políticas económicas intervencionistas, estatistas y distribucioncitas que terminan en una crisis detrás de otra, poniendo sistemáticamente en riesgo el orden republicano.

Ante cada crisis económica, regresa la tentación del populismo autoritario. República Dominicana sigue en esa contradicción entre tener un sistema republicano y una economía sana.

La realidad es que hay un alto grado de fanatismo en ambos lados de la grieta. Los mismos que señalan con el dedo acusador al peledeísmo cuando puso el cepo cambiario, o, mejor dicho, límites a retiro de dólares, ahora lo defiende porque lo estableció el expresidente Leonel Fernández; perdón por su Junta Monetaria.

Los tecnócratas dominicanos se hipnotizan, dejando serios problemas económicos. Algunos de ellos son problemas que recibió del peledeísmo que muchos reeditan, y ya hicieron metástasis en sistema de técnicos, todo es tomar prestado a diario.

A saber, tecnócratas se van por el préstamo y venta soberanos como lo dejó el peledeísmo y en déficits como lo hacen hoy, dado que la palabra reperfilamiento de deuda es un sustituto de ir al FMI y evitar la bancarrota.

El gasto público consolidado sigue igual. Lo que se ahorró de gasto público fue compensado por el aumento de los intereses de la deuda pública y no cuento el gasto cuasifiscal del Banco Central de República Dominicana por esterilizar los pesos emitidos cuando entraban dólares de la deuda pública, ni mucho menos el COVID-19.

En síntesis, el resultado electoral de 2020 con el triunfo del presidente Luis Abinader Corona, abrió la esperanza de que cada vez más gente valore un sistema republicano, es decir un sistema en el que se llega al poder por el voto de la gente y que gobiernos no tienen carta blanca para hacer lo que se les ocurra.

Creo que nos sigue faltando agregar a la idea de principios republicanos, la aceptación de políticas económicas sanas que nos permitan salir de la larga decadencia en que estamos sumergidos.

Cuanto más se demore en aplicar políticas de gasto público bajo y eficiente, fomentar un sistema amplio tributario pagable y un mínimo de regulaciones para liberar la capacidad de innovación de la gente, habrá más riesgos de perder un sistema republicano en una semi tiranía populista futurista.

Veremos si funciona Milei y su forma libertaria porque la de Hugo Chávez Frías en Venezuela y los Kirchner en Argentina, dejó a todos pasmados.

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