En medio de guerras y diferencias, hoy es el Día de la Resolución de Conflictos
Por Rafael Baldayac
Especial para Mi Tierra News
Cada tercer jueves de octubre, la Asociación para la Resolución de Conflictos (ACR) de Estados Unidos celebra el Día de Resolución de Conflictos.
La resolución de conflictos es un término que engloba distintas herramientas, saberes y procedimientos aplicables a la comprensión, prevención y resolución pacífica de enfrentamientos y desavenencias entre dos o más personas, grupos de personas o incluso países.
Se trata de una disciplina conocida también como la conflictología o transformación de conflictos, cercana a áreas del saber muy variadas como la psicología, el derecho, las relaciones internacionales, la administración y el trabajo social.
Esta conmemoración, que pretende ser internacional, es un recordatorio importante de la importancia de la resolución pacífica de conflictos.
En general, se acepta que los conflictos forman parte inevitable de la vida humana, y que su materialización es, como lo afirmaba el antiguo filósofo griego Heráclito (c. 540-c. 480 a. C.), causa y consecuencia de los cambios en las sociedades.
Aunque no puedan evitarse, es posible minimizar sus consecuencias y convertirlos en una fuerza positiva.
Sin embargo, a lo largo de la historia, diferentes tradiciones culturales y sociales entendieron el conflicto como un aspecto negativo de la existencia, que requiere de rápida neutralización, a riesgo de que acarree desórdenes sociales o individuales.
En cualquier relación, los desacuerdos son inevitables, y la habilidad para resolverlos de manera pacífica cuando surgen se vuelve esencial.
Los conflictos surgen porque las personas tienen necesidades, y en un intento por satisfacer sus necesidades e intereses individuales, surgen disputas debido a conflictos de intereses. Estos conflictos pueden surgir en las familias o entre amigos.
El Día de Resolución de Conflictos busca primero promover la concienciación sobre la mediación, el arbitraje, la conciliación y otros métodos creativos y pacíficos de resolución de conflictos.
Segundo, abogar por el uso de la resolución de conflictos en escuelas, familias, empresas, comunidades, gobiernos y el sistema legal. Y, tercero, reconocer las significativas contribuciones de los solucionadores de conflictos pacíficos.
De esta manera, la resolución de conflictos constituye una de las tres respuestas posibles frente a la inminencia del conflicto, junto con el enfoque jurídico-moral (es decir, normativo, de las leyes) y el regateo coercitivo (la negociación y el acuerdo parcial).
En ese sentido, el cometido de la resolución de conflictos es eliminar el riesgo de violencia estructural y apuntar a un escenario en el que ambas partes puedan darse más o menos satisfechas.
Existen distintas maneras de clasificar los conflictos, dependiendo de a qué criterios se atienda. Desde un punto de vista psicológico, se distinguen las siguientes categorías:
- Conflictos de relación: Son aquellos derivados de las relaciones entre las personas, y están especialmente vinculados con las diferencias esenciales en materia de percepciones, sesgos y posturas vitales, o con la comunicación deficiente. Es decir, son conflictos derivados de relaciones pobres o mal planteadas.
- Conflictos de información: Son aquellos derivados de la falta de información o del manejo de información poco confiable, lo cual se presta para interpretaciones erróneas o falsas.
La resolución de este tipo de problemas tiende por lo general al diálogo y el entendimiento, pero se requiere una fuente de información neutral y confiable para poner a ambos bandos en la misma página. - Conflictos de intereses: Son aquellos derivados de la imposibilidad de satisfacer las expectativas de los dos bandos, lo cual obliga a la lucha por defender las propias conveniencias o necesidades, en un escenario de "él o yo".
A menudo esto no impide que exista una visión compartida del problema, pero hace falta un método común para su resolución.
El Día de Resolución de Conflictos nos recuerda que, como comunidad global, debemos seguir esforzándonos por encontrar formas pacíficas y constructivas de resolver disputas.
Al promover la concienciación, la educación y la adopción de técnicas pacíficas de resolución de conflictos, podemos construir un mundo donde prevalezca la comprensión y la cooperación sobre la discordia y el desacuerdo.
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