Header Ads

Los humanos... Seres sociales por naturaleza

Por Rafael Baldayac
Especial para Mi Tierra News

Los humanos somos seres sociales por naturaleza. Numerosas teorías han explicado que, sería imposible, que nuestra especie permaneciera viva sin tener contacto con nuestros semejantes.

De manera que es posible evidenciar que a diario vivimos en contacto con otras personas, conocidas y desconocidas, en situaciones y espacios diferentes.

Para que se den las relaciones se necesita de algún tipo de contacto o comunicación, ya sea verbal o no verbal. Cabe recordar que toda comunicación, no es sólo en palabra habladas sino también a través de nuestros gestos, movimientos y acciones. Es precisamente en ese momento donde se necesita de un procedimiento.

Como todo en la vida, debe haber alguna forma correcta para hacerse cumplir dicha normativa, y es entonces para que las interacciones entre los seres humanos no se den de una manera desmedida y todo se convierta en caos, que aparece la urbanidad y los buenos modales, como herramientas útiles en las relaciones humanas.

Así es como cada cultura y sociedad se inscriben en una manera particular de relacionarse, pero siempre existirán elementos compartidos entre todas ellas, en los que se decrete que el comportamiento humano se debe caracterizar por ciertas conductas.

Aunque pasen los años y las formas de comunicación vayan sufriendo modificaciones con la evolución de las sociedades, se debe mantener una guía, para vivir en armonía en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelve el hombre.

¿Qué es la etiqueta? Es un código que gobierna las expectativas del comportamiento social, de acuerdo con las normas convencionales dentro de una sociedad o clase social.

Aunque usualmente no está escrita, puede estar codificada en forma escrita. La etiqueta en la mesa, la forma de servir un plato, comportarse a la mesa, vestir correctamente, es propio de un testimonio cristiano ejemplar.

¿Qué es el protocolo? Una normativa o conjunto de reglas que son legisladas o establecidas por los usos y costumbres. Se implanta como consecuencia de una necesidad social, sirven para normalizar las relaciones entre todas las personas, instituciones y gobiernos.

Su objetivo fundamental es el civismo en el trato entre los seres humanos en sus diversos ámbitos sociales; político, social, cultural, empresarial, religioso, turístico, deportivo, etc.

Es consustancial a la sociedad y ésta no puede entenderse sin ella; es por ello por lo que su aparición se remonta al instante mismo en el que surge un grupo de individuos que tienen que convivir y relacionarse entre sí. Podemos decir que el protocolo es una ciencia milenaria.

El primer código que hay como referencia de normas protocolarias es el Código de Hammurabi de hace 3,750 años. Hammurabi era el Rey de Babilonia. Sus normas establecen los criterios que rigieron la vida de los "ciudadanos" y los esclavos (que no eran personas), para la mejor convivencia de todos.

Los egipcios ya lo empleaban en su vida diaria. En el antiguo Egipto encontramos el libro de enseñanzas de los escribas, donde se determina el orden protocolar de autoridades y describe cómo se deben realizar los ritos y ceremonias que se celebran en presencia del Faraón.

El Antiguo Testamento está lleno de hechos sobre un sentido del ceremonial. En la Biblia encontramos referencias al papel del anfitrión y la colocación de los invitados de honor, la cesión de puestos y otros procesos protocolarios.

¿Vale realmente la pena tener un tiempo para aprender el protocolo y la etiqueta? A la pregunta sobran respuestas afirmativas, especialmente porque mejora el estilo de vida de las personas y forman un hábito bueno en cada ser humano.

El protocolo y la etiqueta no eliminan el pecado, ni hacen superior a nadie, pero le ayudan a mejorar mucho en cuanto a su relación consigo mismo, la familia y otras personas cercanas.

Los buenos modales, la etiqueta y protocolo de convivencias no son algo de lo que podamos prescindir de vez en cuando. El protocolo y la etiqueta establecen estándares culturales que son válidos y que debemos respetar.

Cada pueblo tiene su propio protocolo y su propia etiqueta, pero en términos generales, ambas cosas son casi idénticas en muchas regiones del mundo.

"Háganse imitadores de Dios" (Efesios 5:1). Las buenas costumbres nacen y se desarrollan en la Biblia, donde se guarde la palabra de Dios, esta práctica será muy habitual y normal.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.