"El beso de la Ciguatera"... A propósito de la reelección de Luis Abinader Corona
Por Máximo Caminero
Especial para Mi Tierra News
"Es que eso le da a cualquiera, el beso, la ciguatera, psicoanaliza mi pena…" - Juan Luis Guerra.
Dolor abdominal, vómitos, adormecimiento de extremidades, sensación de hormigueo, entre otras "cositas", son los síntomas de una infección de la toxina llamada "ciguatoxina", los cuales se adquieren al consumir pescados que, a la vez, se han alimentado de ésta, dando así la condición conocida como "ciguatera"…
El té de jengibre y el agua de coco son algunos de los remedios caseros usados para combatir este mal, el cual es común en los peces que merodean los arrecifes. La infección podría durar desde tres días hasta varias semanas, si no es adecuadamente tratada. Es una condición raramente fatal, a menos que ocurran complicaciones cardíacas, respiratorias o neurológicas.
Se dice que la ciguatera no es contagiosa, "pero al besarla de pronto, alguien apagó la luna, dime vida mía que te abruma".
A Luis Abinader Corona, el actual presidente de República Dominicana, se le hizo difícil tomar la decisión de aspirar para gobernar por cuatro años más. En más de una ocasión antes de ser presidente, manifestó de forma tajante que "él no se reelegiría" porque éste ha sido un cáncer y, posiblemente, el mayor daño a la democracia dominicana.
Quizás cuando lo dijo se dejó llevar de la emoción. Soy de la opinión que cuatro años no son nada para una gestión de tal envergadura; sí es suficiente tiempo para evaluar "cómo van las cosas" y que el pueblo decida si sigue o no.
Mi posición ante la democracia siempre ha sido que ésta sólo funciona en esos pueblos con un alto grado de educación y renuentes a la manipulación o el interés particular que "estos" le puedan sacar al apoyar a cierto candidato.
En República Dominicana todavía sigo viendo a un pueblo que se toma la política como si se tratara de su equipo de pelota favorito. O sea, uno sigue apoyándolo como fanático, aunque en el terreno le den 700 palos. En la política, sin embargo, ¡no debería ser así!; ya que se trata de un asunto que, en verdad, afecta a todos los ciudadanos.
Por ejemplo, ¿cómo es posible seguir apoyando a individuos probados en el hurto descarado?; ¿con qué moral se enfrenta uno ante sus hijos, al ver que su padre es cómplice de los ladrones?
El presidente Abinader Corona ha dado clase de moral y clase de buenas maneras de dirigir una nación. Nos ha enseñado que, si se puede enderezar el rumbo que tanto ha proclamado el Dr. Guillermo Moreno, de Alianza País, entidad política de la cual soy miembro.
La toxina de la reelección les ha dado a todos los pasados presidentes y que también le dé a Abinader Corona, ¡eso no es na'! Es como la ciguatera, eso le da a cualquiera…
Si usted se piensa o se cree tajante en sus afirmaciones, espere que sea presidente y verá cómo "ese mundo deslumbrante" lo puede engullir ante el coro de lambones que, por decir de paso, sostuvieron a Rafael Leónidas Trujillo por 31 años. Guardando las distancias, Abinader Corona es otra cosa, pero no es decir por decir "otra cosa" para congraciarme, sino que ha demostrado que lo es.
La reelección es válida y aceptable para un segundo período. No sé por qué manosean tanto ese asunto si es algo práctico y consecuente. Pero se quieren hacer los humildes y sencillos al proclamar ¡que no!, que ellos solo quieren estar cuatro años y ya. ¿Qué pendejada es esa?, si ya nos conocemos como seres humanos. ¿A quién queremos engañar?
Abinader Corona se equivocó en su buena voluntad al afirmar que no lo haría. Pero sí, lo queremos y hasta le perdonamos que se haya puesto de "boca suelta"… y es que eso le da a cualquiera…
Lo está haciendo mejor que todos los que han pasado por ahí desde que tengo consciencia, y lo seguirá haciendo mejor que "sus más cercanos rivales", los cuales todos sabemos lo que son. Hasta los fanáticos beisbolistas que los apoyan, y es que también sabemos lo que buscan los lambones y apátridas para su boca. Deberían comer frecuentemente pescado…
Todavía le falta mucho por hacer al presidente. Y es que nuestro país no es un maíz o "una pajita de coco". Su mismo partido está infectado de ciguateros contagiosos que, incluso, chantajean con retirar o dividir el apoyo que le brindaron, y es que esa es otra de las toxinas ciguataicas que tenemos.
La gente no se sacrifica por el bienestar de todos o ideales puros, lo que tenemos son vividores por arriba y por abajo. Hay que rescatar, si es que algún día lo tuvimos, los nobles sacrificios y las visiones claras desde donde venimos y hacia dónde vamos, porque si esto sigue así, terminaremos ciguatericos todos.
"Un meneito que heredó, de alguna tribu de Nigeria, una condena que llevo, por comer pescado de arena"... "No hay antídoto en la tierra, ni en medio de las estrellas, ni un tesecito que cure, el beso de la ciguatera". Es que eso le da a cualquiera. ¡Salud! Mínimo Ciguatero.
Posdata: A mi hace rato que me dio y ahora hasta de los besos me cuido…
Máximo Caminero es un reconocido artista plástico dominicano residente en West Palm Beach, Florida.
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