Esporo, el esclavo castrado para ser la esposa de Nerón, el emperador romano
Las aberraciones de Nerón, el emperador que reinó en el Imperio Romano entre los años 54 y 68, no tuvieron límites. No solo porque destruyó la ciudad de Roma en un incendio, sino también por la crueldad que ejerció sobre uno de los efebos y lo que le obligó a hacer.
Nerón, cuyo nombre completo era Nerón Claudio César Augusto Germánico, fue sin dudas uno de los emperadores más reconocidos de la antigua Roma. Su popularidad, sin embargo, no está precisamente vinculada en buenos motivos, sobre todo cuando se descubre lo que hizo con el joven Esporo.
La historia cuenta que Nerón llevó la crueldad en las venas durante sus 14 años de gobierno, siendo recordado por acciones como perseguir a sus enemigos y cristianos, asesinar a cercanos e incluso, iniciar un incendio que destruiría parte de Roma.
Existen muchas historias que hablan de la crueldad de Nerón, quien murió a la edad de 30 años, pero sin duda hay una en especial que llama profundamente la atención.
Los siglos pasaron y las cosas cambiaron. Actualmente, se catalogaría como inconcebible y se juzgaría a Nerón por la situación que te contaremos. Sin embargo, hace dos milenios, en la época que él vivió, estas situaciones estuvieron normalizadas… e incluso, reglamentadas.
"Delication puer" el Esporo de Nerón
Nerón se casó con la bella Popea Sabina, una mujer que en carne propia vivió la crueldad del emperador. Cuando se embarazó sufrió un ataque que vino de su propio marido. Un día de borrachera, Nerón atacó con una patada a su esposa, matándola en el acto con su hijo aún en el vientre.
Está documentado que Nerón tuvo muchos romances. No obstante, una persona llamó su atención por su especial parecido a Popea Sabina; se trataba del joven Esporo.
Esporo pertenecía a los "delicatus puer", un grupo de varones de entre 15 y 20 años que, entrando en la pubertad eran instruidos en la "Ephebeia", una especie de servicio militar del Imperio Romano.
Más allá de esta formación, estos jóvenes también eran utilizados como objeto de deseo sexual de hombres debido a su gran belleza física.
En muchos casos, este enamoramiento se convirtió en obsesión por parte de senadores, nobles y patricios de la antigua Roma, hombres que accedían a cumplir todos sus deseos con estos jóvenes.
En este contexto Nerón se obsesionó con Esporo, un joven esclavo que, al igual que Popea, descubrió la crueldad de Nerón.
Una nueva "esposa" para Nerón
Cuando Nerón mató a Popea descubrió a Esporo, el esclavo que llamó la atención por su belleza andrógina, destacando sus rasgos afeminados.
Viendo en él la imagen de su antigua esposa, Nerón se obsesionó con Esporo. Al comienzo se trató solo de una relación enfocada en lo sexual, pero con el tiempo pasó a ser una relación sentimental.
Esta obsesión se reflejó en actos tan excéntricos como pasearlo por las calles de Roma, con el objetivo de que los romanos pudieran admirar la belleza de su nueva pareja.
Pero la situación escaló hacia la crueldad cuando ordenó que lo castraran para que no perdiera sus rasgos femeninos, aunque igual utilizó esto para realizar un particular trámite con él. A sus 28 años, dos años luego de la muerte de su esposa Popea, el brutal emperador decidió casarse con Esporo, pese a que los matrimonios con personas del mismo sexo estaban prohibidos en Roma.
Esta era otra de las razones para castrar al efebo: convertirlo en mujer para poder casarse con él. De forma paralela, algunos historiadores destacan que durante esos años, Nerón también estuvo casado con Estatilia Mesalina, por lo que es posible que fuera bígamo, algo que no extraña a nadie.
Las aberraciones de Nerón
Una vez que logró casarse con Esporo, Nerón lo obligó a vestir la ropa de la difunta Popea, y exigió que las personas se dirigieran a él como si fuera su exesposa.
Esta es solo una de las aberraciones del emperador romano, que también mandó a matar a su madre, Agripina la Menor y su otra esposa, Claudia Octavia. A Nerón se le catalogó como incestuoso, matricida, déspota, caprichoso, envidioso y pirómano, por el incendio que inició y duró nueve días, destruyendo gran parte de Roma.
Catorce años de terror se vivieron en el régimen de Nerón, quien también saqueó constantemente los tesoros de Roma para pagar sus excentricidades. Pese a esto, existen expertos que defienden al emperador, señalando que las historias que se escribieron sobre él corresponden a un periodo en que una nueva dinastía estaba en el poder.
"Él tuvo la mala suerte de ser el último emperador de la dinastía romana Julio-Claudiana. Entonces, cuando murió, hubo un período de guerra civil y caos, y después de eso, una nueva dinastía llegó al poder", indicó Francesca Bologna, curadora de la exhibición "Nerón, el hombre detrás del mito", expuesta en el Museo Británico de Londres.
La experta añadió que "todas las historias sobre Nerón se escribieron bajo esta nueva dinastía que debía legitimarse a sí misma y representar al período anterior de la peor manera posible".
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