ANÁLISIS | ¿Se puede complicar el PRM en las elecciones de 2024?

Por Miguel Acevedo
Especial para Mi Tierra News

MIAMI, Florida - Los compromisos que asumió Luis Abinader Corona para alcanzar la presidencia de República Dominicana en el año 2020 fueron enormes. Para derrotar a Danilo Medina y su Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el actual mandatario tomó decisiones que, al final, podrían terminar afectando su futuro político y su relación con una parte del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM).

No se puede olvidar que Medina (2012-2020), tenía en sus manos a todas las instituciones del gobierno, incluyendo algunas que tenían un carácter autónomo al servicio del PLD y, al final de la campaña de 2020, según los expedientes que el Departamento de Justicia mantiene sobre los exfuncionarios públicos, los recursos que generaban las entidades del Estado se pusieron a disposición del entonces candidato del partido de gobierno.

Tampoco se puede olvidar que, para derrotar el PLD, se requirió de la colaboración de una gran parte de los empresarios dominicanos y de dirigentes políticos de todos los partidos, los cuales giraban alrededor del gobierno.

Esos aliados de última hora entienden que la política es una inversión de tiempo y de recursos. Atendiendo a esa realidad, el gobierno debió compensarlos poniendo en sus manos una gama de posiciones en el tren gubernamental.

Duele el hecho de que, después que usted militó, cotizó y realizó su tarea, no se le tome en cuenta por el actual gobierno de Abinader Corona. Pero no es salida buscar nuevos profetas, cuando el presidente hace lo posible por sacar el país adelante. No es saludable para los compañeros, el gobierno y la dirección del PRM, crear inconformidades que al final terminan fortaleciendo a los verdaderos enemigos del partido.

La presión debe ser interna. Es necesario conversar sobre los compañeros a favorecer con posiciones que deben llenarse, para que el trabajo electoral, de propaganda y crecimiento partidista se asuma con responsabilidad y sin problemas.

Esto a sabiendas de que, en el proceso electoral de 2020, el presidente Abinader Corona asumió un compromiso con diferentes sectores y partidos. Se espera que antes de entrar al próximo proceso electoral de mayo de 2024, el presidente asuma un compromiso con los propios miembros del PRM.

No se trata de asumir el comportamiento del gobierno del PLD del 2004 al 2012, donde el presidente Leonel Fernández Reyna, hizo hasta lo imposible para que Medina ganará las elecciones para su partido. 

No se trata de reeditar lo que Medina hizo en las contiendas electorales de 2016 y 2020. Se trata de no dejarse arrebatar el gobierno, teniendo un acercamiento con los dirigentes del PRM y su base de simpatizantes; escucharlos y atender a sus inquietudes, porque ellos han hecho su trabajo político y evitarán que el PRM salga del poder el próximo año.

Ante la realidad que vive República Dominicana, nadie puede negar que el actual presidente ha hecho una administración pública mejor que sus predecesores.

Comparado con los otros presidentes que ha tenido el país bajo su mando, Abinader Corona es un faro de luz que sus oponentes tratan de opacar para intentar regresar el país a los caminos de la corrupción, usando como instrumento de fuerza el descontento de los perredistas.

El PRM está compitiendo con grupos con experiencia en el campo electoral. Mal está pensar que Abinader Corona y su partido ya ganaron las elecciones de 2024.

Conviene comenzar un programa de vinculación a la administración pública de los perredistas, pues de la misma forma que integran a los opositores, deben ser integrados los dirigentes y militantes del partido en el gobierno, evitando de esa manera que el PRM se complique en el próximo proceso electoral y paguen todos las consecuencias de una derrota.