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Reflexión: ¡Ayúdame a levantarme!

Por José J. Záiter
Especial para Mi Tierra News

Andrew Jackson Young, mejor conocido como Andy Young, nació el 12 de marzo de 1932 en Nueva Orleans, Louisiana. Si bien siempre fue pastor de vocación, hoy es mejor conocido por su lucha a favor de los derechos civiles y sus actividades políticas.

El legendario activista y político Andrew Young,
junto a José Záiter, durante un encuentro
reciente en España
Sabía de la existencia de Young porque crecí en Estados Unidos durante los años 1960's, cuando el movimiento de los derechos civiles, liderado por el Reverendo Martin Luther King Jr., al igual que la Guerra de Vietnam, estaban en las noticias prácticamente a diario.

Durante esa época, cabe destacar que, el hoy boxeador más icónico de todos tiempos, (conocido primero como Cassius Clay -su nombre de nacimiento- y después como Muhammad Ali), en 1967 fue también responsable de protagonizar titulares cuando se rehusó a entrar al Ejército de Estados Unidos y participar en el conflicto bélico en Vietnam, a raíz de su conversión a la religión musulmana.

Young era discípulo del Reverendo King y casi siempre estaba a su lado. Incluso, el 4 de abril de 1968, Young se encontraba a apenas a unos pies de distancia cuando una bala alcanzó a King en el balcón del Lorraine Motel en la ciudad de Memphis, Tennessee, segando así la vida de uno de los hombres más reconocidos del Siglo XX, ganador del Premio Nobel de la Paz de 1964.

Después del asesinato de King, Young continúo en la palestra pública luchando en favor de los ideales que caracterizaron a King y, en el proceso, decidió incursionar en la política. Entre 1973 y 1977, fue miembro de la Cámara de Representantes en Washington, representando el Distrito #5 de Georgia en el Congreso Federal.

Luego fue nombrado por el entonces presidente Jimmy Carter para representar a Estados Unidos como embajador ante las Naciones Unidas y, finalmente, ocupó el puesto de alcalde de la ciudad de Atlanta, entre 1982 y 1990.

José Záiter en una fotografía junto
al campeón de boxeo Muhammad Ali
Hace poco formé parte de una delegación que viajó a Madrid junto al Dr. Leonel Fernández, expresidente de República Dominicana y presidente de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), para agotar una serie de actividades tanto en el ámbito académico como político.

Uno de los eventos a los que asistí fue un almuerzo campestre en una finca localizada a las afueras de la capital española donde, para mi sorpresa, se encontraba Young, hoy de 91 años.

De inmediato, me dirigí al área en donde él estaba sentado en un sillón y muchos de los presentes hacían fila para conocerlo y saludarlo. Cuando llegó mi turno, bajé la cabeza y le dije, "Señor embajador, mi nombre es José Záiter y, durante el año 1969, viví en Moultrie, Georgia".

Con cierta expresión de curiosidad en su rostro, Young me miró a los ojos y dijo: "Mi primera pastoral fue en una iglesia situada en Thomasville". Entonces le respondí: "Sí, conozco Thomasville porque está apenas a unos 30 minutos de Moultrie, y es también donde se encuentra el aeropuerto regional".

En ese momento fue cuando sentí que algo en común nos conectaba. Él utilizó la confianza y me dijo, "ayúdame a levantarme". Una vez parado, seguimos conversando brevemente sobre el sur de Georgia y posamos juntos para una foto.

Al otro día, el hombre de baja estatura, pero de grandes hazañas, recibió la Medalla de la Paz Mundial y Libertad otorgada por la Asociación Mundial de Juristas. Dicha condecoración estuvo a cargo de su majestad, el Rey Felipe VI de España, mientras que el laudatio sobre Young lo pronunció el expresidente Fernández.

La vida a veces le brinda a uno inesperadas, pero gratas ocasiones de poder intercambiar con personajes importantes que han marcado la historia de la humanidad como Andy Young.

Algo similar me ocurrió hace unos años cuando tuve la oportunidad de saludar a Muhammad Ali. En esa ocasión, también tuve que bajar mi cabeza para saludarlo. Su estado de salud entonces estaba deteriorado, y no pudo levantarse de su asiento como lo hizo Young, aunque fuera con ayuda.

Cuando en la vida se llega a cierta etapa, algunos pueden levantarse del sillón sin asistencia; otros necesitan ayuda y hay quienes simplemente no se pueden levantar. Pero lo significativo es que tan importante ha sido su legado y cómo ha impactado a la humanidad.

En el caso de Young, quien ha visitado 152 países, la huella que marcó es enorme; mientras que en los casos de los fenecidos King y Ali, sus logros sin precedentes continúan siendo recordados pese a su desaparición física.

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