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Reflexión: El Tiempo Pasa y... lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas

La ciudad de Las Vegas es un enclave turístico ubicado en Nevada que recibe cerca de 40 millones de visitantes cada año.

Por José J. Záiter
Especial para Mi Tierra News

Mientras el avión sube a la altitud programada, y la oscuridad de la noche se apodera del sueño de la mayoría de los pasajeros, me pongo a reflexionar sobre la ciudad que acabo de dejar atrás… Las Vegas, Nevada.

Vinimos a compartir el cumpleaños de mi sobrino Alejandrito, quien quiso celebrarlo en la denominada "Ciudad del Pecado". También lo acompañaron su padre, Alex; su abuelo José; su primo Pedro, y los amigos Amín, Kevin, Rolando, Manuel y José Ignacio.

La pasamos muy bien. Hubo camaradería, chistes, sonrisas, tragos, comida, una obra de teatro, y hasta visitamos el Gran Cañón por aire. Curiosamente, ¡por poco muere uno de los integrantes del grupo! Inicialmente nos dijo que el desayuno le cayó mal, aunque nosotros pensamos más bien que padecía de resaca de la noche anterior.

Estatua dedicada a Elvis Presley,
en el vestíbulo del hotel Westgate
Las Vegas Resort & Casino. 
Aunque se determinó que el alojamiento del grupo sería en el Hilton Vacation Club, siempre he sido fanático de Elvis Presley, y deseaba aprovechar esta ocasión para hospedarme en el hotel donde "El Rey del Rock" cantó por siete años consecutivos, ofreciendo dos espectáculos por noche; usualmente llenos a su máxima capacidad y estableciendo así un récord de asistencia que ningún artista ha podido superar. Por eso a Elvis también le llamaban "El Rey de Las Vegas".

Inaugurado en 1969, el Hotel Internacional fue el más grande del mundo hasta 1990. Hoy se llama el Westgate Las Vegas Resort & Casino y, aunque ha sido remodelado a través de los años, la figura de Elvis (quien murió a destiempo a los 42 años de un ataque al corazón en 1977), se siente presente por doquier. Incluso, hay quienes dicen que su fantasma vive en el icónico hotel.

Todavía el lugar conserva intacto el auditorio en donde Elvis realizaba sus espectáculos en vivo. No sé las otras habitaciones, pero en la que me asignaron, había un retrato gigante de Elvis frente a la cama y, cuando despertaba, él era el que me daba los buenos días.

El hotel también me puso nostálgico al pensar que íconos también de Las Vegas como Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Liberace, el humorista Don Rickles, entre tantos otros más, también han desaparecido.

Esa fue considerada la época de oro de Las Vegas. Los artistas de esa generación plasmaron un ambiente de glamour a nivel mundial. En tres conversaciones que tuve con choferes de Uber pude recopilar los cambios por los que ha pasado el enclave turístico del desierto de Nevada en los últimos años.

Según John, quien lleva más de 30 años residiendo en la ciudad, Las Vegas ya no es igual… "Ya no existe el toque personal", me comentó. "Trabajé en el Venetian Hotel por muchos años en valet, y los artistas, hasta el propietario del hotel, te llamaban por tu nombre... conversaban contigo... ya eso se perdió".

Ese testimonio me hizo recordar una vez que Elvis durante uno de sus conciertos, le pidió públicamente al propietario del hotel que no despidieran a un mesero llamado Mario, con quien él había establecido un lazo de amistad. Al parecer, el mesero le había contado a Elvis que lo iban a despedir.

Liang, otro conductor de Uber oriundo de Vietnam y quien también lleva muchos años en Las Vegas me contó: "Ya aquí no hay respeto... los usuarios de ahora, muchos te desconsideran y te mienten... eso no sucedía antes".

El tercer chofer de Uber, era más joven y se llamaba Brett. Me preguntó: "¿Viniste a ver a Adele?... Usher también estará aquí y tiene un super espectáculo". También me contó aventuras de unas clientas fijas que son prostitutas.

Concuerdo con John y Liang, Las Vegas ha cambiado desde la primera vez que vine a este lugar hace más de 30 años. La pregunta es, sin embargo, ¿ha cambiado para bien o para mal? Todos los cambios se juzgan basados en la perspectiva de quien lo expresa.

Bajo lluvia y frío, y en medio de una multitud de jóvenes aglomerados al frente del Hotel Ceasars Palace, me despedí del resto del grupo debido a que al otro día en la tarde ellos viajaban a Nueva Jersey y yo, en la noche a Fort Lauderdale.

"Tío José… gracias por venir"... En ese momento me vino al pensamiento cuando Alejandrito apenas era un bebé, allá en Jarabacoa, y ya ha transcurrido un cuarto de siglo. ¡Cómo pasa el tiempo! Una cosa sí, todos quedamos de acuerdo y es que lo que hicimos en Las Vegas, ¡se quedó en Las Vegas!

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