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Reflexión: Matar a una mujer no tiene justificación


Por Máximo Caminero
Especial para Mi Tierra News

Desde tiempos muy remotos -y no sé de dónde nació la idea-, el hombre solía tener a la mujer como aquella compañera de servicio, que debía atender todos los "deseos" del señor de las cavernas.

Este fenómeno está muy bien recreado en las tiras cómicas de "Trucutú"… ¿Se recuerdan? Desde niños nos van maleducando -a ambos sexos- y "Trucutú" era una forma subliminal de decirnos: el hombre arrastra a la mujer por los cabellos y la mujer, sumisa, se deja arrastrar…

Esta sociedad machista en la que el mundo vive necesita un nuevo ingrediente que le cambie su arcaica y deshumana forma de pensar. La mujer es igual y no menos que el hombre. Quizás tenga cualidades "distintas", fuerza, voz, sensibilidad, que le dan un ingrediente distinto a los que tiene un hombre.

La mujer siente, desea, anhela, busca exactamente todo lo que el hombre goza. No es un maniquí o una pieza inflable. Es un ser humano, simple y llanamente.

Veo constantemente noticias de hombres abusadores, más que las mujeres, porque estas, en menor proporción, también abusan, que llegan hasta la locura de eliminar a su compañera y hasta a los hijos procreados con esta.

Las razones son diversas, pero las más comunes suelen ser por celos. Matar a una mujer o a un hombre o lo que sea, amerita de un concurso real y en pro de un bienestar en el que "ese hecho" evite un mal mayor.

Es decir, usted solo mata si es necesario salvar su vida o la de otras personas porque apareció un loco que quiere matarnos a todos.

¿Pero por qué ya no me quieren?; ¿Y quién carajos soy yo para obligar a alguien que se quede conmigo? O, peor aún, para que me quiera a la fuerza… Sé que el amor es ciego y que nos hace realizar "cosas" que solo les corresponden a los locos, pero, la violencia nunca se justifica en estos casos. ¿Por qué?

Voy a enumerar las tres razones principales que debemos tomar en cuenta a la hora de "pensar" en matar a una mujer por amor o por lo que sea, salvo la de la loca que nos quiere matar a todos y que ya mencioné más arriba.

Primero: el amor es un sentimiento que puede y tiene el derecho de terminarse. Nace, se reproduce y muchas veces muere.

Segundo: usted no puede ni tiene que obligar a que lo quieran, eso sería lastimoso de su parte. El que no esté en usted que siga su camino.

Y tercero… Es duro, pero ¿sabe qué? ¡Uno se cura! Y se vuelve a enamorar y hasta llega a lamentarse de haber sufrido en vano.

Existen cientos de razones por las que no hay que llegar a esas idioteces. Usted no vive del absurdo "honor" eso no se come con nada. Esas son trivialidades de la gente del pasado, dignas de las cavernas.

Usted vive en una sociedad que se "ufana" en ser "civilizada", pero la realidad es que no lo es. Aquí la mayoría vivimos metiendo cuernos, engañando y hasta usted mismo. ¡El machazo! Se la pasa como si estuviera soltero.

Una sociedad hipócrita de hombres y mujeres que no saben cómo salirse de esa relación que ya no funciona, que no existe, que no tiene sentido, que ya se murió. ¡Y zass! Terminan en tragedia porque "ese orgullo" es más importante que mi ego…

Usted puede destruir su vida todas las veces que usted quiera, pero no por otro pendejo o pendeja que "no cumpla" con el acuerdo o compromiso acordado.

Suelte esa vaina y siga, reflexione y hágase estas dos preguntas: ¿Me pegó los cuernos, me engañó, dejó de quererme, se quiere separar o lo que sea el malo soy yo? Y la segunda: ¿Quiero vivir con alguien que no quiere vivir conmigo?

En la primera, si usted es un "cuernero", ¡admítalo! Suelte ese macho ignorante. Y si no lo es, relájese, usted se merece una mujer buena y no la tigra que le salió.

Y en la segunda, ¡no sea bolsa! El amor aparece constantemente y en cualquier parte. Suelte eso y busque o espere que el universo siempre compensa.

No existe una sola razón para matar a una mujer bajo los argumentos del amor.

Este escrito me duele hacerlo. Creo que es la segunda vez que abordo este tema en casi 20 años. Parece ligera la forma en cómo lo abordo, pero es un asunto serio en cuanto a estadísticas. Ojalá pudiera llegarles a todos esos hombres que andan perdidos y ciegos por el amor.

He vivido en carne propia las angustias del amor y he visto cómo el tiempo cura, sana, redime y hasta compensa todos esos pesares. He aprendido a amarme por encima de todas las cosas, apartando el egoísmo inhóspito y turbio. Nadie está autorizado para turbar mi tesoro más preciado… Mi paz.

Y a nadie le daré el derecho de quererme si en verdad no me quiere. El desdén se nota, el falso querer, el interés y todas las trivialidades en la que solemos caer por ambiciones frías.

Hay montones de personas jugando con los sentimientos de otros. Pero eso solo se saca, no se mata porque al matar le había permitido joderme la vida más que el tiempo que me tomó en superarlo.

Pero como ya les dije antes, hay de todo, mujeres buenas y malas. Todo tipo de situaciones que llevan a terminar una relación, válidas o no. Yo aprendí del maestro Escalona esta frase de uno de sus vallenatos:

"En asunto de mujeres
tengo una ley muy bien aprendida,
yo quiero a la que me quiere
y olvido a la que me olvida".

Usted no va a matar a esa mujer, usted se alejará de ella y se curará, como nos curamos todos de todas las cosas. No somos dueños de nada ni de nadie, cada cual flota en un juego de posibilidades misteriosas y en cada final de un camino nos depara el principio de otro.

Esto aplica para todos, mujeres y hombres. Ojalá no sea necesario volver a escribir de estas absurdas y arcaicas formas de comportarse. ¡Salud! Mínimo Caminero.

Máximo Caminero es un reconocido artista plástico dominicano residente en West Palm Beach, Florida.

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