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Lula da Silva se juramentó como presidente de Brasil por tercera vez

BRASILIA - El Congreso brasileño juramentó el domingo a Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil, lo que marca el comienzo del tercer mandato de Lula en el cargo.

Lula da Silva, de 77 años, gobernó durante dos períodos consecutivos entre 2003 y 2011, y reemplazó al derechista Jair Bolsonaro, quien no asistió a la toma de posesión de su sustituto. Bolsonaro está vacacionando en Miami, Florida, a donde llegó el viernes.

En su discurso de aceptación, el nuevo mandatario dijo: "Prometo mantener, defender y cumplir la constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, apoyar la unidad, la integridad y la independencia de Brasil".

Los parlamentarios aplaudieron a Lula da Silva antes de romper en un canto unísono de "ole, ole ola, Lula, Lula".

El presidente del Senado abrió la ceremonia rindiendo homenaje a Pelé y al Papa Benedicto XVI con un minuto de silencio.

Durante la ceremonia, Lula da Silva rompió con el protocolo tradicional para contar una breve historia sobre la pluma que utilizó para firmar los documentos del Congreso.

"En 1989 estaba en un mitin en Piauí, luego caminamos hasta la Iglesia de San Benito, y un ciudadano me dio este bolígrafo y me pidió que lo usara para firmar si gano las elecciones en 1989. No gané las elecciones en 1989, no gané en 1994, no gané en 1998. En el 2002, gané, pero cuando llegué aquí se me olvidó el bolígrafo y firmé con bolígrafo de senador, en el 2006 firmé con bolígrafo de senado y ahora Encontré la pluma, y lo hago en honor a la gente del estado de Piauí", dijo Lula da Silva.

Luchará por el medioambiente

El presidente brasileño elogió los recursos naturales de Brasil y prometió un cambio radical en la política de deforestación de su predecesor en la Amazonía, al mismo tiempo que busca maximizar el potencial del país.

"Ningún otro país tiene las condiciones que tiene Brasil para convertirse en una potencia ambiental, teniendo como puntos de partida la creatividad, la bioeconomía y los emprendimientos de la socio-biodiversidad, iniciaremos la transición energética y ecológica hacia la agricultura y minería sustentables, la agricultura familiar y la industria verde. El objetivo es cero deforestaciones en la Amazonía, cero emisiones de gases de efecto invernadero", dijo Lula da Silva durante su discurso ante el congreso brasileño.

"No toleraremos la violencia contra los pequeños y la degradación ambiental y la deforestación que tanto daño le hizo a otro país. Esta es una de las razones, aunque no la única, para la creación del Ministerio de los Pueblos Indígenas", continuó Lula da Silva.

"Nadie conoce mejor nuestros bosques y es más efectivo en su defensa que quienes estuvieron aquí desde tiempos inmemoriales. Cada tierra [indígena] que se demarca es un área de protección ambiental", dijo Lula da Silva.

El nuevo presidente brasileño prometió abordar la desigualdad infligida a las minorías en el país mediante la creación del "ministerio de promoción de la igualdad racial para expandir la política de acción afirmativa en las universidades y el servicio público, así como reanudar las políticas para personas negras y pardas en el área de salud, áreas de educación y cultura".

Lula da Silva dijo que su gobierno revocaría "los decretos criminales que amplían el acceso a armas y municiones, que tanta inseguridad y daño causaron a las familias brasileñas".

"Brasil no quiere ni necesita armas en manos de su gente. Brasil necesita seguridad, libros y cultura para que podamos convertirnos en un país más justo", manifestó el mandatario.

Lula da Silva dijo que la pandemia fue "una de las mayores tragedias de la historia" y elogió las emergencias sanitarias y el sistema de salud pública de Brasil por el manejo de la respuesta del país al COVID-19, a pesar de la mala gestión del gobierno de Bolsonaro.

"En ningún otro país el número de víctimas mortales ha sido tan alto en proporción a la población como en Brasil, uno de los países mejor preparados para enfrentar emergencias sanitarias, gracias a la competencia de nuestro sistema de salud pública", dijo Lula da Silva.

"Esta paradoja sólo puede explicarse por la actitud criminal de un gobierno negacionista, oscurantista e insensible a la vida. Las responsabilidades por este genocidio deben ser investigadas y no deben quedar impunes", subrayó Lula da Silva.

"Lo que nos corresponde, en este momento, es solidarizarnos con los familiares, padres, huérfanos, hermanos y hermanas de casi 700,000 víctimas de la pandemia", suplicó.

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