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Polivalencia en la poética de Martina Soriano

"La Mirada Oculta de la Primavera",
la más reciente obra de la poeta y
escritora Martina Soriano.

Por Rafael Peralta Romero
Especial para Mi Tierra News

La poesía de Martina Soriano contiene un enfoque polivalente de la vida. La autora se extasía ante el devenir del universo y a la vez lo canta, lo celebra, lo interpreta y lo vive.

Esta poesía encierra paradojas, pues es pregunta y es respuesta, es canto y es sollozo, es local y es cosmopolita, en tanto que la poeta se solaza en su cosmos y lo expresa con la más idónea construcción estilística, pues conduce la lengua con destreza tal que con ella puede alcanzar los vuelos más altos y seguros.

Los preceptistas de la literatura han establecido clasificaciones de la poesía, las cuales debimos aprender indefectiblemente en tiempos idos, cuando esto era una exigencia de nuestro sistema educativo. La poesía universal ha asumido principalmente dos corrientes: poesía épica y poesía lírica.

La épica se relaciona con la epopeya, es decir con actos heroicos, y de ahí vienen los cantares de gesta. Las guerras patrióticas o de liberación han originado muchos cantos épicos, en distintas culturas. Para nuestro caso, baste citar el Himno Nacional como nuestro poema épico por excelencia.

La poesía dominicana abunda en la corriente lírica, no porque se acompañe de una lira, como ocurrió en la antigüedad, sino porque brota rasgando el interior de quien la compone, porque a través del verso entrega sus llantos en forma de canción, a costa de su íntimo sentir, a expensas de un sangrado espiritual. Será difícil lograr buenos poemas líricos, sin que el poeta lo pague con jirones del alma.

La poesía de Martina Soriano, contenida en el libro "La mirada oculta de la primavera", cuya segunda edición presentamos hoy, es esencialmente lírica, incluso cuando aborda hechos históricos o se refiere a figuras humanas que han guiado acciones relevantes, como es el caso de Juan Pablo Duarte.

"Duarte es una estrella en el universo de los sueños,
un caminante histórico, un designio de los siglos,
una luz que traspasa el castillo de la sumisión y el miedo".

La poeta remata el texto con la idea de que Juan Pablo Duarte,

"dejó sus pasos marcados /en la memoria, en el alma, en el tiempo". (Pág. 33)

¿Qué más se puede pedir para exaltar la trayectoria del fundador de la República Dominicana? Me llega al recuerdo que Franklin Mieses Burgos me dijo en una entrevista, lo siguiente: "…a los jóvenes que continúen trabajando por las zonas de la poesía auténtica, solo comprometiéndola con la calidad expresiva. No importa que el poeta sea de izquierda o de derecha, lo que importa es la calidad". (Revista Ahora, 10 mayo 1976).

La autenticidad, soportada por la sensibilidad y el manejo de los recursos lingüísticos es condición determinante para la obtención de la calidad en la obra literaria. Por eso, Martina Soriano puede componer poemas sobre hechos objetivos con la debida calidad. De ahí que la sociedad Trinitaria, instituida por Duarte en su rol de fundador de la República Dominicana, ha merecido también la mirada, no oculta, sino franca y luminosa, de la autora:

"Los trinitarios fundaron la patria
y la gloria traspasó los cielos,
iluminados de patriotismo
de infalible honor" (Pág. 42)

El amor, la patria, el aliento, la muerte, la esperanza, el optimismo, la naturaleza, además de reflexiones existenciales y asomos de misticismo hacen de este libro y sus 66 poemas un volumen multitemático. Sin importar el asunto que aborde el poema, para Soriano resulta ineludible la disposición de colocar la poesía sobre todas las cosas, su poética lo abarca todo y lo alcanza todo. Veamos el poema Aquí:

"En esta constelación eres la estrella mayor,
el destino inconcluso.
Aquí las cápsulas de amor giran despacio
cansadas, agotadas, divididas.
Aquí como en la brevedad, existe la esperanza,
el verso, el arte, la belleza que sobrevive
a la bruma, a la niebla, a la utopía".
(Pág.25)

No obstante que celebra con entusiasmo la vida y el amor, la poeta Soriano es perseguida por interrogantes acerca de la existencia y del destino del ser humano sobre la tierra, estas preguntas son los ejes sobre los que ha girado durante siglos la acción de filosofar. No es posible filosofar para aquellos seres que no se preguntan nada, es harto conocido que asumir los hechos y las situaciones como problema se torna en requisito para que haya filosofía.

En un poema titulado "Mil preguntas", la autora expresa en consonancia con lo dicho antes:

"¿Qué hay más allá de los rostros,
de las calles de mármol, del esnobismo,
de las montañas desnudas?
¿Qué hay más allá de las rocas nevadas,
de las miradas de colores?
¿Qué hay más allá de nuestros horizontes?"
(Pág. 37)

La presencia de la luz

La luz es un factor vital en la poesía de Martina Soriano, quien solo cuando describe el viaje cósmico admite estar lejos del Sol.

La luz es un elemento que resalta ya y que persiste en esta poesía y con atildada galanura, la autora la esparce a lo largo del libro y presumo que muchos lectores vivirán este alumbramiento, que es un acercamiento hacia la luz. Los seres del bien siempre preferirán la luz porque de la luz está hecho el rostro de Dios. En las tinieblas viven solo los seres despreciables, íconos del mal. La luz es símbolo del bien.

Versos alusivos a la luz, desde el primer poema:

  1. "La primavera me acaricia con su mirada oculta, / bordeando los colores del arcoíris/ rebelión como el resplandor mágico de la Aurora boreal…" (Pág. 17).

  2. "…resucitas del trasmundo como una ficción del espacio, como la diosa de la Aurora, / en un poema que te inmortaliza y seduce al alba". (Pág. 21)

  3. "En este amanecer de asfalto y ruido / extraño la luz de la alborada" (Pág. 27)

  4. "…siento la necesidad de que mis ideas/ bailen en los carnavales, / bajo la luz del Sol" (Pág. 29)

  5. "…amuleto de la suerte, / luz de vida /talismán encantado que alumbra el camino/ tipo mariposa monarca que recorre los cielos". (Pág. 44)

  6. "Cuando el pasado duele y lo dejas atrás, / decides continuar el viaje bajo los soles de Oriente, / bajo una granizada de luz". (Pág. 47).

  7. "…la noche, huérfana de luz, /casi sorda, casi muda/al borde del abismo…" (Pág. 48)

  8. "Las luciérnagas de infancia no acuden al llamado / de quién ama su luz". (Pág. 51)

  9. "Bajo la mirada incorruptible del sol /te ofrezco mi vibrante retórica". (Pág. 55).

  10. "Energía magnética, / brizna de luz que me cobija/ y trasciende la simplicidad, …" (Pág. 57)"En este preciso momento/ decido dejarte como herencia mis versos, / los temas filosóficos, /el poder de la tierra y el sol. /un legado de luz". (Pág. 60)

Hay otras referencias a la luz como a su antagonista, la opacidad o ausencia de luz, que es símbolo de ocaso, tristeza, miedo, desamparo, entre otras situaciones que incomodan al espíritu humano.

Soriano ama la luz, como ama la naturaleza, el arte, la familia, la patria, su cultura, ella que reside en tierra extranjera, escribe en perfecto español, muestra sus raíces dominicanas y es capaz, como los creadores de la Poesía Sorprendida, de incorporar lo nuestro a lo universal.

Ya que casi termino estas palabras, quiero particularizar unas apreciaciones sobre los temas amorosos en este libro. Hasta poco más de la mitad del volumen, los versos de amor suelen ser sutiles, reservados, pero la composición titulada "Proclama" rompe con ese canon. Aquí el erotismo brota como torrente:

"Solo por hoy permitiré que en mi cuerpo / se manifieste el deseo y el fervor. / Solo por hoy dejaré que esta noche pasional y breve/se repita, para buscar el placer donde se pierde la razón". (Pág. 67).

De igual tono resultan los poemas "Secreto", ("No puedo evitar este deseo", p. 68), "Tu cuerpo" ("Tu cuerpo es un mural de historia y silencio/un faro de placer y ternura", p. 73).

El otro poema que voy a citar desde su título dice mucho: "Pasión" (La pasión tiene rostro de locura, /que transmite mensajes, /paradigmas, /historias inconclusas, /reconstruidas en el tiempo, / en la consagración de amores invencibles”). (pág. 76).

Otra marca importante en la poética de Martina Soriano la constituye el poema "Sobreviviendo", este busca la trascendencia, pues dialoga con lo Alto, pese a su título, ese texto es triunfal, poderoso, reivindicador y epifánico.

La voz griega epifanía significa "manifestación", sobre todo de un poder supremo.  En el cristianismo se usa esta palabra para indicar la revelación de Jesús al mundo.

En el caso de Martina Soriano, es indicio de una fuerza superior que vence el llanto, el dolor, incluso la muerte, porque se trata de un estado tan elevado que atrae la luz y los cantos.

Este poema se inscribe en la poesía mística, expresión poética que conlleva el cultivo de lo espiritual y de la comunicación con la Divinidad. El bardo místico disfruta de un doble privilegio, dado que la condición de poeta implica un don con el que son dotados muy pocos seres humanos, entre esos escogidos una minoría cuenta con la gracia adicional de componer poesía mística.

El filólogo Bruno Rosario Candelier, creador del movimiento interiorista, afirma lo siguiente: "Para sentir místicamente el mundo hay que tener una empatía con lo sagrado, vivir en comunión espiritual con la Energía Divina y experimentar el amor en el corazón. La mística entraña el cultivo de la espiritualidad a favor de la conciencia superior para elevarse a planos superiores en pos de la Divinidad, y en tal virtud entraña el más alto desarrollo espiritual de la inclinación humana…" (Diccionario de Mística, Academia Dominicana de la Lengua, Santo Domingo, 2017).

He referido, al principio de mis palabras, que este libro es polivalente, es decir que vale para muchas cosas, según la escueta definición del Diccionario de la lengua española.

Es preferible el concepto empleado en la química. En esa ciencia se explica que la valencia expresa la capacidad de combinación de un elemento con otro u otros para formar un compuesto. El elemento químico que puede combinarse con otro es monovalente, pero el que puede alearse con varios es polivalente. El contenido de este libro de Martina Soriano es polivalente, pues combina lo histórico, lo patriótico, lo erótico, lo social y lo familiar con lo místico.

Terminó con el poema "Sobreviviendo", el cual me parece digno de muchas ponderaciones y lecturas.

Sobreviviendo

"Este vuelo me deja sin miedo, sin lágrimas, / sin llanto, sin dolor. /este vuelo me deja la luz, / los cantares, el ángel, la melodía, /la libertad. / Este vuelo me acerca a mis orígenes, /a la vida, a la resurrección, a Ti" (Pág. 72).

* Palabras de Rafael Peralta Romero al presentar la segunda edición del poemario "La mirada oculta de la primavera", de Martina Soriano, en la Biblioteca Nacional, el 16 de noviembre de 2022.

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