Reflexión: La visión, cuesta un ojo…
Por Rafael Baldayac
Especial para Mi Tierra News
El origen de la popular expresión "eso cuesta un ojo de la cara", viene de un episodio que vivió el conquistador español Diego de Almagro, uno de los comandantes del explorador Francisco Pizarro y quien participó en la conquista de Perú y el Imperio Inca en el Siglo XVI.
Almagro, adolorido tras perder un ojo a consecuencia de una flecha lanzada por un indígena, se quejaba de lo caro que le costó su posición de poder y ayudar en la conquista del imperio más extenso en la América precolombina.
Todos sabemos que el sentido de la vista funciona gracias a los ojos. Su órgano receptor es el globo ocular (ojo) y se encuentra alojado en las cavidades orbitarias. Potente, complejo y frágil, el ojo es el órgano más solicitado de nuestros cinco sentidos.
A lo que llamamos visión, percepción visual o sentido de la vista es simplemente a uno de los cinco sentidos a través de los cuales el ser humano y muchos animales perciben la realidad circundante.
La vista es uno de los sentidos más evolucionados del cuerpo humano. Nos permite captar e interpretar información visual sobre luz, color, forma, tamaño, distancia, posición o movimiento de todas las cosas que nos rodean.
Para la mayoría de las personas, el principal de los sentidos del cuerpo humano es la vista, ya que aporta el 80% de la información que recibimos del entorno, sobre todo, nos conecta con el mundo, con lo que amamos.
Nuestra visión es un bien preciado para aprender, trabajar y desarrollarse plenamente, por lo que conviene corregir, protegerla y prevenir eventuales problemas o patologías.
El Día Mundial de la Vista
Cada año, el segundo jueves de octubre, se celebra el Día Mundial de la Vista. Una fecha decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) juntamente con el Organismo Internacional de Prevención de la Ceguera (IAPB).
La celebración tiene como objetivo concientizar a las personas sobre los diferentes tipos de afecciones visuales, sus tratamientos y como casi todos son prevenibles o curables, evitando así que el paciente pierda totalmente la capacidad de ver.
Según datos de la OMS, en el mundo hay aproximadamente 300 millones de personas con algún tipo de discapacidad visual, de ellas entre 80 y 90 millones son totalmente ciegas.
Los estudios más recientes demuestran que el 80% de los casos de ceguera que existen actualmente podrían haberse prevenido e incluso curado totalmente, ya que el 20% de los mismos se podrían evitar.
Es más, de entre todas las partes del cuerpo que responde de mejor manera a trasplantes o cualquier tipo de operación, los ojos son uno de los órganos que presentan los resultados más favorables.
Las estadísticas de la OMS demuestran que la mayoría de las personas ciegas en el mundo, provienen de países en vías de desarrollo y casi todos pertenecen a los estratos más bajos de la sociedad. Así tenemos que 9 millones de ciegos viven en la India, 7 millones son de África y 6 millones de China.
La visión y los textos bíblicos
Pero ¿qué dice la Biblia, nuestro manual de vida, al respecto?... "Él abrió mis ojos a las palabras del Señor: porque Jehová no mira lo que el hombre mira, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón" (1 Samuel 16:7).
Según la Biblia, debemos cuidarnos de las cosas que vemos y de lo que escuchamos, porque de eso es que alimentamos nuestro corazón.
Lo que hay en nuestro corazón nos seduce y nos arrastra a hacer lo que él quiere. Porque "todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos" (Marcos 7:20-23).
Si deseas conocer los pensamientos de alguien, presta atención a lo que habla, "pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice".
No son los ojos el espejo del alma, es el habla la que revela lo que guarda el corazón. "Los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que, tu bondad o tu maldad se refleja en tu mirada" (Mateo 12:34 NTV).
La maldad ha sido personalizada de muchas formas en el cine y la televisión desde la forma de vestir, la forma de hablar, el color del aura…
Sin embargo, lo más característico siempre han sido los ojos. Al inicio del cine, los fantasmas y monstruos se representaban con ojos blancos para resaltar la falta de "un alma humana".
Después se pasó a encarnar ojos grises simbolizando "la ausencia de conciencia". Luego de eso se usó el color rojo para simbolizar la furia y el odio, y de ahí, al color negro para mostrar la oscuridad de alma y el corazón.
En estos tiempos se ha vuelto popular el uso de los ojos con tonalidades ámbar o amarillo sucio y purulento, que reflejan el corazón infectado de la actual humanidad.
Comparta su Comentario