Lula y Bolsonaro se medirán en segunda vuelta por la presidencia de Brasil

En un torneo electoral en el que participaron 11 candidatos, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva triunfó el domingo en las urnas con una leve ventaja por encima del actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro. No obstante, como ninguno de los dos aspirantes obtuvo el 50% de los votos escrutados, ahora deberán medirse en una segunda vuelta electoral pautada para el domingo, 30 de octubre.

El Tribunal Superior Electoral de Brasil, con 99.99% de los votos contabilizados, reportó que Lula da Silva había obtenido 57,257,473 votos para el 48.43% del electorado brasileño. En segundo lugar, se colocó Bolsonaro con 51,071,106 votos o 43.20% de los escrutados.

Los otros nueve candidatos restantes, juntos apenas acumularon 8.37% de los votos, quedando inmediatamente descalificados para participar en la segunda vuelta.

Lula da Silva celebró su triunfo

"Vamos a ganar las elecciones", afirmó Lula en un discurso en un hotel de Sao Paulo ante simpatizantes y periodistas. "Nunca gané una elección en la primera vuelta. Todas las elecciones que disputé lo hice en segunda vuelta. Todas. Lo importante es que la segunda vuelta es la oportunidad de madurar las propuestas y la conversación con la sociedad".

"Como mi cumpleaños es el 27 de octubre, tal vez lo reciba de regalo, como en 2002", señaló el antiguo sindicalista, rodeado de algunos de sus más importantes colaboradores y de su esposa, Rosângela "Janja" Silva. "Para valorar lo de hoy hay que recordar lo que estaba ocurriendo hace cuatro años. Era visto como si fuese un ser humano al que habían echado fuera de la política".

Bolsonaro, por su parte, habló en Brasilia y reconoció que las elecciones probaron que hay una "voluntad de cambio", pero aseguró que en la segunda vuelta ante Lula da Silva le mostrará al país que "no puede ser para peor".

Gran participación en las urnas

Las autoridades electorales de Brasil reportaron una alta participación en las urnas. Alrededor de 120 millones de brasileños votaron del total de 156 millones hábiles para ejercer su derecho.

La elección presidencial del domingo se desarrolló en paz, a pesar de que en el país se respiraba un aire de división, gran tensión política y violencia sin precedentes entre los partidarios del derechista Bolsonaro y el expresidente de izquierda, Lula da Silva.

Días antes de las elecciones, ambos hombres fueron vistos en campaña flanqueados por seguridad y policía y, a veces, incluso con chalecos antibalas.

El ganador de la elección de segunda vuelta dirigirá la democracia más grande de América Latina en un momento de política polarizada, una economía débil, amenazas climáticas crecientes y otros desafíos importantes.

Fallaron los pronósticos de encuestas

Si bien Lula da Silva ganó, su victoria no resultó ser tan aplastante como pronosticaron la mayoría de los sondeos divulgados días antes de los comicios.

Bolsonaro, quien aspira a la reelección, consiguió en las urnas una diferencia menor frente al dirigente progresista de menos de cinco puntos porcentuales, que la que señalaban todas las encuestas preelectorales, que pronosticaban una victoria segura para Lula da Silva con entre el 50% y 51% de los votos y una ventaja de 14 puntos sobre el gobernante (quien se proyectaba obtendría entre 36% y 37%).

El expresidente Lula da Silva, quien gobernó entre 2003 y 2010, era señalado por todos los sondeos como el favorito para imponerse con una amplia ventaja, pero no consiguió más de la mitad de los votos que esperaba para garantizar la elección este domingo y sufrió duros reveses en algunos estados, como el estratégico Sao Paulo.

Bolsonaro es el primer presidente brasileño en intentar ser reelegido que quedó en segundo lugar en la primera vuelta.

Desde que Brasil recuperó la democracia en 1985 tan solo un presidente consiguió ser elegido en la primera vuelta: Fernando Henrique Cardoso garantizó su elección en 1994 y su reelección en 1998 con más de la mitad de los votos.

Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), perdió tres elecciones (1989, 1994 y 1998) antes de ser elegido por primera vez, pero tuvo que ir a la segunda vuelta en 2002 y cuando se reeligió en 2006, así como le ocurrió a su ahijada política y sucesora Dilma Rousseff en 2010 y 2014.