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Análisis: La política es un instrumento para el bien común



Por Manuel Almánzar Castillo
Excónsul de República Dominicana en Miami

La política es una ciencia la cual no todos están en capacidad de medir sus dimensiones y alcances. Muchos la ven como instrumento para estudiar y comprender a la sociedad; la ven como una disciplina académica. Mientras que otros consideran la política como un instrumento para transformar, hacer grande a los pueblos y mejorar las condiciones de vida de las personas, de todas las personas, no de ellos y sus familias.

Ahora bien, eso es solo posible participando activamente a través de los mecanismos que la sociedad, la Constitución y las leyes prevé, y el trabajo de los partidos políticos. Obviamente, nos referimos a las sociedades donde impera la democracia.

El problema radica en que hay otros sistemas políticos donde la participación ciudadana se limita a los dictados de una persona o un partido, no a la voluntad colectiva de la sociedad expresada en las urnas.

Participar en un partido político, contrario a lo que pudieran pensar algunos, es un acto de fe, de esperanza, de sacrificio. Por un lado, están los simpatizantes o afiliados sin grandes responsabilidades, y cuyo único deber es votar y motivar a otros que voten por su partido. Pero por otro lado están los dirigentes, quienes para hacer su trabajo político requieren firmeza, carácter, gran disciplina, y la habilidad de robarles tiempo a sus familias, además de cierto sacrificio económico.

Para estar activos en la política se requiere de una identificación con la filosofía partidista, del respeto a los métodos de trabajo del partido, de la disposición a cumplir las tareas que le asigna el partido a través de orientadores, enlaces o líderes locales de gran responsabilidad, paciencia, disposición y preparación.

Debe estar preparado para el debate de ideas, y paralelamente sentir empatía por sus compañeros; tolerancia y la capacidad de trabajar por lo que decida el partido, aun cuando sus ideas no hayan predominado.

El objetivo de los partidos debe ser transformar la sociedad, hacer crecer y madurar la democracia, proporcionar mejores condiciones de vida a los ciudadanos, luchar por su bienestar, hacerlo crecer educativa, cultural, artística y económicamente, y luchar incansablemente por la paz, la tranquilidad y el orden.

Para participar en política activamente se requiere de una buena formación, voluntad para el trabajo colectivo, respeto y cumplimiento de los valores y principios; respeto a la ética, tener una vida personal diáfana, transparente, una vida sana y sin vicios, ser prudente, no causar ruidos y respetar a sus compañeros, tal y como cada uno desea que se le respete.

Muchos que van a la política a servirse, no ha servir, hacen un daño enorme a esa noble actividad, generalmente no son políticos de vocación, son oportunistas que van de partido en partido viendo a ver dónde enganchan, los ejemplos sobran.

Estar en un partido que quiere llegar al poder, como la Fuerza del Pueblo, requiere de hombres y mujeres inteligentes, dedicados, trabajadores, que respeten, defiendan y promuevan los valores de la organización, seres disciplinados, prudentes, capaces de organizar y orientar al ciudadano, conscientes de que debemos prepararnos para un proceso electoral, único, unas circunstancias muy distintas a las pasadas.

En fin, la política es una actividad noble, capaz de ocupar la inteligencia humana, es la ciencia más hermosa, después de la filosofía, así más o menos lo expresó Juan Pablo Duarte fundador del ideal nacional y padre de la patria.

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