Reflexión: Ver Noticias puede ser una experiencia altamente desagradable
Por Manuel Almánzar Castillo
Excónsul de República Dominicana en Miami
Pararse frente a una pantalla de televisión, una computadora, un celular o cualquier otro medio electrónico para ver noticias puede ser una experiencia altamente desagradable...
Escuchar relatos de la forma en que, tal o cual ciudadano empoderado por un decreto presidencial para servir a la ciudadanía desde determinada posición y que, sin embargo, hacen un uso malsano, corrupto, dañino contra los intereses del Estado que le contrata, que es lo mismo que decir contra personas y empresas que pagan impuestos para recibir servicios públicos de calidad, transparentes, apegado a las leyes, normas, valores y principios tal y cual lo ordena la constitución y las leyes vigentes.
Cometer fechorías desde instancias estatales a las cuales se supone deben servir con honestidad y dedicación.
Servirle al Estado es un privilegio que muchos quisieran tener; motorizar la oportunidad de implementar medidas que sirvan al bienestar de la comunidad, es algo que engrandece a los ciudadanos de espíritu noble y capacidad de servicio.
Pero cuando ese privilegio es usado para beneficio propio, de amigos, familiares o socios, es un acto imperdonable.
Vemos con asombro como, personas y familias nacidos en cuna de oro, aprovechan su paso por el Estado, o de amigos y consorciados, para depredar el patrimonio público sin piedad, sin escrúpulos, sin mostrar ningún síntoma de arrepentimientos. Es algo vergonzoso, indignante y ridículo.
El "loco-viejismo" tradicional de pensar que un carguito cualquiera puede llevarte a estamento superiores de la política (y hasta a la presidencia de la República), es lo peor que puede pasar a un simple mortal con ínfula de grandeza.
La sociedad dominicana debe estar atenta y respaldar cualquier esfuerzo real de lucha y contra la impunidad y la corrupción.
Si los involucrados en los últimos casos llevados a la justicia creían que sus apellidos y orígenes le iban a salvar de la vergüenza e impediría ser juzgados y condenados (en caso de resultar culpables), parece, hasta ahora, que estaban equivocados...
La justicia tarda, pero llega.
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