Luis Abinader debe hacer cambios de gobierno en agosto
Johnny Sánchez
Economista y Analista
Sube el turismo y las zonas francas mientras que baja la producción agrícola y energética, y la presidencia de República Dominicana no cambia a aquellos funcionarios que no resuelven. Quiero dar datos que las bocinas pagadas no repiten porque no convienen, pero la nación lo siente.
Es decir, demos datos contables y económicos actualizados. Antes del coronavirus, por ejemplo, el gobierno dominicano se lanzó a una fiesta de gasto público y emisión monetaria que, inevitablemente, nos llevaba por muy mal camino. Digamos rumbo de colisión.
Con el coronavirus lejos de cambiar el rumbo, el gobierno aceleró ese camino y parece haber pisado el acelerador a fondo con los anuncios de reparto de subsidios a diestra y siniestra. Si mira datos del Central progobiernista, no pueden ocultar que la masa monetaria ha crecido en un 29% en el 2021.
Ahora bien, ¿qué es masa monetaria?, o el M1 (circulante + depósitos en cuenta corriente del sector privado + depósitos en cajas de ahorro en pesos del sector privado). Como puede verse, en datos de central vea estadísticas en su página de internet.
Las cuentas externas cerraron desbalanceadas en 2021. La balanza de pagos requirió US$3 mil millones de endeudamiento para nivelarse, más del doble de 2019. Eso se captó con venta Soberanos, porque recaudaciones bajan y necesidades son más.
Nadie quiere tener pesos en el bolsillo porque se deprecian por hora. Es más, el gobierno sigue anunciando más subsidios, ayudas económicas y gastos de todo tipo cuando la recaudación impositiva se le cae como piano de piso once, fruto de la recesión que se profundizó con la cuarentena.
Si combinamos, violenta expansión monetaria con caída en la demanda de moneda y disminución en la oferta de bienes, estamos formando la tormenta perfecta para generar una crisis inflacionaria de grandes proporciones.
El presidente Luis Abinader está empecinado en que no va a bajar el gasto público ni los sueldos de los funcionarios porque dice que eso es el discurso de la anti-política.
Falso, la política ha dejado de ser política para transformarse en un gran negocio donde impera el clientelismo político con ñoquis, empleo público de todo tipo y planes sociales que establecieron la cultura de la dádiva.
Los empleos y nominillas se multiplican, hay que ganar en 2024 dándole empleos ahora a la gente, no promesas como ministros de Abinader.
En definitiva, todo parece indicar que el gobierno dominicano está dispuesto a seguir con la fiesta de aumento del gasto y a emitir moneda.
El coronavirus puede ser la excusa para caer en una gran estanflación, el punto es si, como siempre sostengo, es que quienes estuvieron viviendo durante tantos años del trabajo ajeno, no es hora de que hagan un esfuerzo de ganar un poco menos y se le evite a la población, no solo estar con bozales y caer en otra hiper en el medio de una gran recesión.
Porque no nos engañemos, si el aumento del gasto público y la expansión monetaria fueran reactivamente, hoy República Dominicana debería ser el tigre del Caribe y Centroamérica. Y la realidad es que no somos ni un gatito en materia económica, con la receta de aumento del gasto público y la emisión monetaria.
Este artículo fue redactado por el economista y analista Johnny Sánchez. Las opiniones expresadas por él no representan el punto de vista de Mi Tierra News en ninguna de sus plataformas digitales o impresas.
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