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Violinista dominicana tocará en la inauguración presidencial de Donald Trump

El día que Donald Trump se juramente como el próximo presidente de Estados Unidos, entre los músicos que amenizarán la histórica ceremonia habrá una joven violinista hija de padres dominicanos que demostrará su talento ante miles de personas.

Ella es Leslie Almánzar, de 16 años, e hija de periodista Fernando Almánzar y su esposa, la administradora de empresas Lucinavelva Almánzar.

Leslie Almánzar, quien toca el violín desde la edad de cinco años, viajará a Washington junto a la Orquesta Sinfónica Juvenil del Sur de Florida (South Florida Youth Symphony), y fue seleccionada entre los mejores músicos de escuela secundaria de Estados Unidos para formar parte de la ceremonia inaugural.

"Para mí es un gran honor formar parte de un evento histórico como este", expresó Leslie Almánzar, quien como parte de la Orquesta Sinfónica de Doral Academy (la escuela secundaria a la cual asiste), ganó la competencia estatal de Florida celebrada en Tampa en mayo de 2016. "No hay dudas de que será una experiencia inolvidable".

Curiosamente, Leslie recibió la invitación para participar en la juramentación presidencial en septiembre de 2016, mucho antes de que se supiera quién sería el próximo presidente de Estados Unidos.

La afiliación política del actual presidente electo Trump, y los duros comentarios que hizo durante la campaña por la Casa Blanca, son hoy irrelevantes para ella. Lo que importa es la oportunidad única que tendrá al viajar a la capital estadounidense.

"Ignoro a todos los que critican el hecho que estoy participando en la juramentación de Donald Trump", puntualizó Leslie Almánzar. "Esto es una gran oportunidad para demostrarle al presidente de que Estados Unidos es país diverso que mezcla muchas culturas y muchas razas y que nosotros los hispanos somos importantes para esta nación".

Leslie empezó a tocar violín mientras cursaba el kindergarden cuando una joven violinista visitó su aula de clases. De inmediato se enamoró del instrumento y pidió de forma insistente a sus padres que la inscribieran en clases de música. Inicialmente sus papás ignoraron esta petición; nadie en la familia cuenta con habilidades musicales y su padre, de forma equivocada, pensaba era imposible que una niña de cinco años tuviera la disciplina y dedicación para aprender a tocar un instrumento musical.

Semanas más tarde, la familia asistió a una fiesta infantil de cumpleaños en un salón de fiestas en Doral, y al lado del lugar había una escuela de música. En el ambiente se escuchaba música de violín y la niña se salió de la fiesta a investigar. Fue ahí donde sus padres conocieron a María Antonieta Salas, una reconocida profesora de música venezolana. Salas dijo que le dieran una oportunidad de evaluar a Leslie para ver si tenía talento musical.

El resultado fue favorable, la pequeña demostró una habilidad especial desde el primer día. Incluso, aprendió a leer música y partituras antes de aprender a leer el abecedario. Pero ser violinista no es tarea fácil. Leslie, además de cumplir con sus compromisos académicos, ensaya entre de 10 a 15 horas semanales, incluyendo los domingos.

Muchas veces tiene que reemplazar actividades personales y familiares, como ir al cine con sus amigas, para ensayar para una presentación. Por otro lado, para sus padres representa un desafío económico pagar por clases privadas, viáticos para presentaciones, e instrumentos (un buen violín puede costar sobre los $2,000 dólares).

Leslie ha participado en múltiples conciertos y presentaciones, mayormente en el sur de Florida, Orlando y Tampa. Su presentación en Washington junto a la Orquesta Sinfónica Juvenil del Sur de Florida en el marco de la inauguración presidencial y el 2017 Heritage Festival es sin dudas la más importante de corta carrera musical.


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