OPINIÓN | Para diputados del exterior, ¡voten!, para los presidenciables, no pueden

Una disparidad en el padrón electoral de los dominicanos que
viven fuera del país evitará que puedan votar en las primarias
presidenciales del próximo, 1 de octubre.

Por Johnny Sánchez
Especial para Mi Tierra News

MIAMI, Florida - El argumento de que hay poco tiempo para armar el tinglado interno para el próximo 1ro de octubre con las elecciones primarias internas de los partidos, parece desvanecerse cuando a los dominicanos que viven en la diáspora se les permitió votar por los aspirantes para los escaños de Diputados de Ultramar en el Exterior.

Eso se hizo sin aquiescencia de países que, por derecho internacional público, pueden objetar que residentes legales se tiren a la calle para sufragar en recintos privados, pudiendo traer consecuencias de disturbios por el apasionamiento político.

Si permiten en un partido armar votaciones para diputados que representarán su Circunscripción, así mismo debería permitirse dejar votar a esa misma gente, de manera ordenada y en base a un padrón interno, ya más depurado.

Si algo quedó claro en la elección primaria del Partido Revolucionario Moderno (PRM) realizada el domingo, 17 de septiembre, es que los padrones electorales no están actualizados. En los listados de dominicanos en el exterior, continúan apareciendo personas fallecidas que figuran hábiles y que, a menos que resuciten, ¡no podrán votar!

En República Dominicana todos podrán votar, aunque vivan fuera del país, tengan cédula y estén registrados en el padrón del PRM.

En la primaria del PRM del domingo, se esperaba que votaran al menos de 100,000 dominicanos, de un potencial de 800,000. En realidad, el abstencionismo fue tan notable, que poco menos de 10,000 dominicanos acudieron a votar el domingo en la primaria del PRM.

El problema radica en que ahora se prohibirá que esos 100,000 voten en la diáspora el próximo 1ro de octubre, no por disposición de la Junta Central Electoral de República Dominicana, sino del PRM, que puede trazar su propia metodología para su evento interno.

Cabe destacar que, en República Dominicana, alrededor de 2 millones de electores se espera que voten en los comicios internos del PRM para definir quién será su candidato presidencial para mayo de 2024, entre el actual presidente Luis Abinader Corona, y otros tres aspirantes de esa organización política: Guido Gómez Mazara, Ramón Albuquerque y Delia Josefina Ortiz.

¿Cómo lo harán? Con la documentación que acompañará el Equipo Digital Electrónico y Transmisión (EDET), que son los dispositivos para la digitalización, escaneo y transmisión de votos que se pondrán pondremos a prueba antes de las elecciones generales del 19 de mayo de 2024, el montaje de esa primaria estará muy vigilado por la JCE y eso, lo aplaudimos.

Se espera que vote mucha gente por los líderes del PRM y del partido del Ing. Carlos Pena, Generación de Servidores, que son los únicos partidos dominicanos que aún no definen su estructura de representación.

Les dirán que no hay tiempo ni recursos para armar primarias para la diáspora con el actual padrón del PRM. Además, ¡es opcional! Se pueden hacer encuestas y sondeos, todo eso se podrá argumentar. Lo feo es la percepción de los dominicanos que dirán, si para los candidatos para Diputados te dejan votar, por qué no puedes hacerlo para elegir el aspirante presidencial desde el exterior.

Irónicamente, se puede comprar un pasaje, viajar a Quisqueya y votar en persona allá. Eso debe sopesar porque al final del día, se ve una coartación del derecho al voto.

Esta es mi corta opinión... Se está entrando en contradicción con las premisas básicas de la democratización partidaria, que supone que las fuerzas políticas generen su propia normativa interna y se sometan a ella.

Esto, independientemente de la conveniencia y de la voluntad del líder; de la representación política, que favorezca que cada partido mantenga un sustrato ideológico común que imprima una lógica compartida a todos sus sectores; y de la equidad electoral, que responde al principio de igualdad no discriminatoria y carente de pisos prescriptivos en el punto de partida para todas las fuerzas partidarias que componen el arco político nacional. Usted juzgue y calle.