La solución entre Haití y República Dominicana: Ayuda para vivir cada uno de su lado

Una alternativa para la crisis entre Haití
y República Dominicana

Por Johnny Sánchez
Especial para Mi Tierra News

MIAMI, Florida - La falta de consenso social sobre qué proyecto nacional emprender en Haití, más la incapacidad de su gobierno de subordinar las fuerzas militares al poder civil, con un estancamiento económico y escasez, son aún importantes desafíos haitianos que piden una transformación y reformulación de ese Estado.

Pero es inevitable hacer una lectura crítica del papel de la comunidad internacional en lo que respecta a ese país vecino.

Empezando por la deuda ilegítima contraída con Francia, en los años 1800, seguido por las invasiones estadounidenses y el apoyo de este país a la dictadura de los Duvalier, que resulta vergonzosa a la luz de los crímenes perpetrados por la misma.

Incluso cuando la comunidad internacional ha buscado verdaderamente ayudar a Haití, ello ha tenido efectos devastadores, la dependencia a la ayuda internacional es la costumbre.

Sin duda hay que replantearse la relación internacional con Haití porque el modelo actual no sirve y es incluso dañino.

Asesores políticos barajan la posibilidad de motivar una confrontación militar con Haití, dicen al despavorido pueblo, "salgan a República Dominicana en turbas" porque saben que no los pueden matar a todos. Eso traerá quejas y protestas, y verán como los dominicanos reaccionamos para defender nuestra patria.

Ahí sí nos consolidamos y hasta la oposición se le sumará a Luis Abinader Corona con esa defensa, dicen, se garantiza su segura reelección presidencial, pues la gran mayoría de los dominicanos lo percibirá como el presidente más patriota que registre la historia social dominicana Siglo XXI.

Ojo: Nos caerán encima las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos. Nos dirán, Haití tiene un ejército "Mickey Mouse", abusadores; y las bandas criminales no están en capacidad de enfrentar a las fuerzas militares dominicanas, por lo que saldrían huyendo, y luego, ¿qué?

El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) podrán prestar al 2% con periodo de gracia de siete años, después de construida obra, se pagará deuda de super hidroeléctrica que ambos gobiernos se proponen construir aprovechando las aguas del río fronterizo Artibonito, llamado Lebonit en creole, en la provincia de Elías Piña.

Así se podrían generar 52,000 kilovatios de energía limpia, evaluada en estudios de factibilidad con tasa interna de retorno del 11%, y no se sacará agua para riego del área común, ni crianza de tilapias, además la luz se pagará por consumo con tarifa baja cobrada por fideicomiso internacional en esa área.

Este proyecto forma parte de las discusiones que comisiones técnicas de Haití y República Dominicana tratan sobre el manejo de las cuencas hidrográficas en la frontera entre ambos países. No se puede dejar que sector privado canalice sin un reglamento el río para beneficio de grupos, a pesar de que cada nación de su lado dispondrá que hacer con el agua y luz que camina por su territorio hasta llegar al mar, dejándola fluir, evitando inundaciones.

La primera de dos presas contempladas, una llamada El Corte, está en lado Elías Piña enviaría el agua por un túnel hasta las máquinas para generar 42,000 kilovatios de electricidad a través de dos turbinas de 20 megas cada una.

La segunda presa, denominada contra Embalse de Pedro Santana, se ubicará a 17 kilómetros más oeste abajo, muy cerca a Haití y generaría 10,000 kilovatios mediante el empleo de dos turbinas de 5 megas cada una, servirá el lado haitiano y zona franca que se ubicará en área.

El Proyecto Artibonito no contempla extraer el agua del río, sino que se limitará a generar energía y controlar pocas inundaciones, además de contribuir con la disminución de la sedimentación de la Presa de Péligre, en Haití, por lo que conlleva una coordinación binacional.

Eso se puede hacer y reubicar busca vidas haitianas en toda nuestra geografía a esa área zona franca con empleo fábricas de ropa, pelotas, etc.