OPINIÓN | La Operación Gavilán
Por Miguel Acevedo
Especial para Mi Tierra News
Los esfuerzos del gobierno del presidente Luis Abinader Corona por sanear el Ministerio de Justicia estaban siendo traicionados por elementos perversos que actuaban en el mismo corazón de esa cartera ejecutiva.
Eso, sin embargo, sucede y seguirá sucediendo si siguen dejando en el escenario los mismos actores (empleados y fiscales) de la administración pasada.
El saneamiento de la Justicia no se logrará con un simple deseo del señor presidente de la República o con el nombramiento de dos o tres personas honestas en la Dirección del Ministerio de Justicia. Cuando se trata de crear una "nueva justicia", imparcial e independiente, deben apartar los funcionarios oscuros del pasado y del presente.
Para lograr que la justicia cambie, deben entrenar nuevos funcionarios, cueste lo que cueste. Deben fiscalizar además como hacen en Estados Unidos, la finanza de todo el mundo, incluyendo la de los funcionarios que le sirven a ese y a otros ministerios.
En República Dominicana, la mayoría de los funcionarios públicos llegan a ocupar cargos de importancia, por seguimiento a un partido político o a personajes que apoyan o financian las campañas electorales, convirtiéndolos en incondicionales de sus jefes inmediatos, sin pasar por un proceso de investigación sobre sus antecedentes personales y profesionales.
Dada la situación que hoy se da en el Ministerio de Justicia, es una gran oportunidad para que el gobierno dominicano forme un organismo especial, cuya única función sea revisar permanente las actividades internas de las principales instituciones del estado y los funcionarios que manejan informaciones delicadas.
El gobierno debe velar en forma permanente por el manejo correcto de las Fuerzas Armadas, Salud Pública, Educación, el Banco Central, porque de la misma manera que alguien borra una ficha de un delincuente, cualquiera puedes borrar deudas, vende certificados, cambiar títulos de propiedad, apropiarse de terrenos y hacer otros tipos de diabluras.
Debemos reconocer y seguir apoyando los esfuerzos del presidente Abinader Corona para mejorar las condiciones del país, pero es necesario mantener la alerta para que la administración pública, no siga siendo una alcancía para el enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos.
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