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La presencia de Rusia y China en Latinoamérica pone nervioso a Estados Unidos

Por Juan Manuel García
Revista Dominical Dejando Huellas

Lo que está a la vista no necesita explicación... Rusia y China agilizan su presencia en América Latina en un mundo que busca romper hegemonías. Estados Unidos, en consecuencia, alerta sus tentáculos de inteligencia en lo que considera su "patio trasero".

No más asomarse a la silla presidencial de Brasil, en plena juramentación del cargo, una delegación de Moscú se reunió con amplias sonrisas en medio de la solemnidad del caso, con Luiz Inácio Lula da Silva.

La delegación rusa representada por la presidenta del Consejo de la Federación Rusa (Cámara Alta), Valentina Matvienko entregó un mensaje escrito remitido por Vladimir Putin, invitando a Lula da Silva a Moscú, con una oferta de ampliar relaciones para aumentar el aumento del volumen de la cooperación comercial y económica, en la esfera científica, la esfera técnica, la medioambiental y de otros tipos.

La complacencia de Lula da Silva se hizo evidente, señalando que las relaciones comerciales entre Rusia y Brasil se ampliarían a los $9,000 millones dólares en este año 2023.

En la misma actividad, aprovechando su condición de invitados oficiales en el acto de juramentación de Lula da Silva, Matvienko también se reunió con el presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, y hablaron de fortalecer relaciones bilaterales entre ese país y Rusia, en varios ámbitos.

Ambas naciones tienen la misma visión de futuro en previsión de un mundo multipolar más justo, y se habló de cuestiones de seguridad y defensa del país boliviano.

Toda esta situación fue bien referida por los medios de prensa de Rusia a todo el mundo.

La presencia de China en Perú

Mientras en Lima, Perú, se empezó a discutir abiertamente en los círculos políticos diversos sobre la real causa por la que grupos de élites de poder hacían la vida imposible al presidente Pedro Castillo, hasta lograr su vacancia y prisión de larga duración.

Ya se dijo, Castillo estaba a días de lograr un convenio comercial de más de $10 mil millones de dólares con China, para la construcción del tren sudamericano, que, yendo de Tumbes, llegaría hasta Tacna. De allí, hasta Cuzco y Puno, y desde Puno hasta Argentina y Brasil, como parte de la red transnacional de desarrollo que impulsa la potencia asiática.

Esta red de trenes estaría directamente enchufada con el gran puerto que los chinos están construyendo, ya, en Chancay, todo lo cual les da a los chinos una presencia geopolítica y estratégica en toda América del Sur, desplazando definitivamente los Estados Unidos de su patio trasero, como ellos llaman a la América Latina.

Castillo ya en noviembre del 2021, en los primeros días de su presidencia y bajo el fuego del Congreso para desprestigiar, decía discursos en los que resaltaba que China se ha convertido en el primer socio comercial del Perú, y uno de los principales inversionistas. En ese año, China y Perú celebraron 50 años de relaciones diplomáticas.

Estados Unidos no está paralítico, sin embargo. Es por esto y algunas otras cosas que, al ser destituido, hecho preso y sentenciado a 18 meses de prisión preventiva, el presidente Castillo, de inmediato, la embajadora de Estados Unidos en Perú, Lina Kenna, una ejecutiva de la Central de Inteligencia Americana, durante nueve años, se entrevistó en el Palacio de Gobierno, en Lima, con la vicepresidenta en funciones de presidenta, Dina Boluarte.

Oficialmente, desde Washington, el Departamento de Estado dejó claro que la legitimaba. Kenna fue designada en el cargo por el expresidente estadounidense Donald Trump.

Estados Unidos, Venezuela y el petróleo...

Ahora mismo, la petrolera estadounidense Chevron acaba de enviar dos buques cisterna a Venezuela por primera vez en cuatro años. Uno de los barcos llevará un cargamento de crudo a Estados Unidos, mientras que el otro entregará nafta a una empresa asociada a Chevron.

El viernes, 18 de diciembre, el Senado de Estados Unidos, en un gesto no tan desfasado, acaba de aprobar una ley que prohíbe hacer negocios con cualquier persona que apoye a Nicolás Maduro. Desde Caracas fue rechazada la llamada Ley Bolívar, por considerarla un proyecto contra el gobierno de Venezuela.

Maduro se ha estado moviendo sistemáticamente con agilidad en los cuatro puntos cardinales, y en estos instantes acaba de despejar el ambiente para poder participar en la juramentación del presidente de Brasil, Lula da Silva, después que el saliente presidente brasileño, Jair Bolsonaro, eliminó la prohibición de entrada al país que tenía su par venezolano.

Maduro ya nombró a Manuel Vicente Vadell embajador de Venezuela en Brasil para restablecer las relaciones, suspendidas durante largos años.

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