Biden vs. Trump: Diferencias y similitudes sobre los documentos secretos
Por Fernando Almánzar
Mi Tierra News
"Totalmente irresponsable"… Así fue como en septiembre del año pasado el presidente Joe Biden calificó el hallazgo de documentos secretos del gobierno en posesión de su predecesor, Donald Trump.
Durante una entrevista para el programa "60 Minutos" de la cadena CBS, el reportero Scott Pelley le preguntó a Biden: "Cuando vio la fotografía de los documentos ultrasecretos en el piso de Mar-a-Lago, ¿qué pensó al ver esa imagen?".
Biden respondió sin titubeos: "¿Cómo puede suceder eso?; ¿cómo alguien puede ser tan irresponsable?". El mandatario estadounidense agregó: "Me pregunté ¿qué datos había allí que pudieran comprometer las fuentes y los métodos?... Es totalmente irresponsable".
Por lo reportado esta semana, ahora sabemos que Biden hoy es un protagonista más de la popular frase "Nunca digas de esta agua no beberé, porque el camino es largo y te puede dar sed".
Apenas dos meses de su contundente respuesta, Biden estaría cometiendo prácticamente el mismo delito de Trump: Tener en su poder -sin autorización- documentos clasificados del gobierno.
Y sí, hay notables diferencias -que vamos a aclarar- en torno a la investigación en contra de Trump y la pesquisa que ahora coloca a Biden en la mirilla. Pero al final del día, y utilizando las mismas palabras de Biden, se trata de un acto "totalmente irresponsable" y, en términos judiciales, ilegal.
¡Que quede claro! Si Fernando Almánzar o cualquier ciudadano común es descubierto con documentos secretos en su casa u oficina, automáticamente es arrestado y ante la posibilidad de enfrentar una larga lista de cargos criminales, entre ellos espionaje y conspirar en contra la seguridad nacional de Estados Unidos.
El génesis del escándalo de los documentos del Biden data del pasado 4 de noviembre (exactamente cuatro días antes de las elecciones de medio término, celebradas el 8 de noviembre), cuando un inspector general de la Oficina de los Archivos Nacionales le notificó al Departamento de Justicia que se habían encontrado unos 10 documentos -algunos de índole secreto, que en una oficina que utilizó Biden tras abandonar la vicepresidencia.
Acto seguido, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) inició una investigación para determinar si los documentos habían sido mal manejados. Días más tarde, el 20 de diciembre, los investigadores encontraron un grupo adicional de documentos, esta vez en el garaje de la residencia de Biden, en Wilmington, Delaware.
Durante todo este tiempo la Casa Blanca se mantuvo en silencio, y no fue hasta esta semana que -cuando fue filtrado por la prensa-, se supo que el presidente Biden tenía documentos clasificados sin autorización en su poder.
Al conocer más sobre la cronología de este incidente me pregunto, ¿cuál hubiese sido el desenlace de las elecciones de medio término de noviembre si, antes de que los votantes acudieran a las urnas, se hubiese reportado el hallazgo de los documentos en la oficina de Biden?
Me atrevo a especular que la famosa "avalancha roja" que esperaban los republicanos hubiera sido una realidad, con un grueso dominio en la Cámara de Representantes y una mayoría en el Senado. Pero eso quizás es tema para otro análisis.
En cuanto a términos legales se refiere, el caso en contra de Trump es mucho más complejo al de Biden, puesto que fueron los mismos abogados del actual presidente quienes le notificaron a las autoridades sobre la existencia de los documentos clasificados.
Trump y sus representantes legales hicieron lo contrario. Antes de que agentes federales allanaron su mansión de Mar-a-Lago, en agosto de 2022, por más de año y medio funcionarios de la Oficina de Archivos Nacionales le pidieron al expresidente que devolviera los documentos.
Cuando sus esfuerzos fueron infructuosos, le refirieron el asunto al Departamento de Justicia y autorizó el allanamiento del FBI. En total se encontró que el exmandatario escondía alrededor de 15 cajas con unos 13,000 documentos, de los cuales cientos eran clasificados, secretos y ultrasecretos.
Ahora bien, ¿cuáles son las consecuencias de este asunto? Si las autoridades federales comprueban que Trump o Biden retuvieron estos documentos de manera intencional, entonces podrían enfrentar cargos criminales, multas y hasta años en prisión, si los documentos en su poder de alguna manera amenazan la seguridad nacional.
El Departamento de Justicia hasta el momento no ha sugerido que Biden haya retenido los registros secretos a sabiendas o se haya negado a devolverlos al gobierno. Por eso expertos opinan que Trump enfrenta un mayor desafío legal, porque aparentemente se negó a devolver los documentos en su poder.
El meollo del asunto es que ni Trump ni Biden debieron haber tenido material clasificado en su poder. Y, el hecho de que Biden cometió la misma transgresión legal que Trump, coloca a Merrick Garland (el fiscal general de Estados Unidos) en una situación muy difícil. ¿Cómo puede Garland iniciar un proceso legal contra Trump si su jefe (el presidente Biden) presuntamente cometió el mismo delito? Mientras haya un desenlace les recuerdo que yo soy Fernando Almánzar y así veo las cosas…
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