La política es el arte de convivir
Johnny Sánchez
Especial para Mi Tierra News
Hoy ni es arte, ni las intenciones últimas de los partidos que monopolizan su desarrollo, van más allá de intereses de tan bajo vuelo que, desilusionan a cualquier ciudadano que realmente quiera desvelar la confusión reinante en este ámbito. Me dicen, fuera el sectarismo, el "grupísmo" y el quítate tu que vengo yo, pero eso nunca pasará.
Resultaría muy interesante saber si la historia ha dado ejemplos de comunidades con una idea más elevada de ese arte de la convivencia que pensara en un desarrollo integral de la persona y no sólo en la defensa de intereses partidistas.
Creo que la democracia es pluralidad. Una de las fundamentales razones de ser de una democracia es que todos tenemos la posibilidad de establecer nuestra propia visión de comunidad. Representar nuestros intereses a partir de las organizaciones políticas que consideramos la mejor, es un derecho.
Aunque haya estrategias de algunos actores políticos para establecer que hay de dos sopas, los electores tenemos la posibilidad de decir que no o que sí, según nuestros propios intereses.
Es una estrategia que puede funcionar para algunos, pero no olvidemos que los electores tenemos la llave para evaluar el desempeño y la responsabilidad de los partidos políticos, de sus actores y de sus gobiernos.
En la política hay dos emociones inherentes al ser humano: la esperanza y el miedo. Esto es lo que activan a la mayoría de los partidos en su propaganda. Los partidos en el poder tienden a usar emociones positivas, de tranquilidad, para que los ciudadanos sientan que todo está bien y pueden seguir adelante. Mientras que sus rivales en la oposición activan el miedo y dan información estratégica para que reflexiones si realmente todo va bien o no, y de esa manera puedan influir en cambiar tu voto.
Pero recuerde que también existen el voto leal y el estratégico; el primero va ligado al cariño a un color o una ideología, y el segundo busca premiar, castigar o dividir los sufragios para generar contrapesos democráticos.
La politóloga Elvira de la Torre añadió que la abstención, la tercera opción, solamente beneficia a los partidos políticos que tienen mayor estructura y por ende siempre será mejor participar en las urnas.
Recordó que en 2009 hubo una campaña que invitaba a abstenerse o a anular y eso, que no resultó cuantificable, terminó por beneficiar a los partidos de siempre.
"Normalmente, se asocia el abstencionismo a la flojera o la apatía, pero no es cierto. No todos lo hacen por flojera o apatía. Hay personas que no se sienten representadas suficientemente. Hay que distinguir los distintos tipos de abstencionismo", subrayó De la Torre.
La experta agregó que "el problema es que hay estrategias de partidos políticos que apuntan a eso, porque les beneficia. Los que tienen gobiernos o estructura pueden movilizar gente y les beneficia el abstencionismo. Si le sumamos las campañas de desinformación, en las que dicen que todo está terrible, una parte de la solución es votar y no dejar los problemas tirados sin que nadie los resuelva".
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