Opinión: ¿Es indecente criticar al Gobierno en tiempos de crisis?
Por Marcell Sánchez
Especial Para Mi Tierra News
¿Es indecente criticar al Gobierno en tiempo de crisis, aunque las ideas de los funcionarios estén agravando la situación? Creo que ningún ciudadano libre debería aceptar órdenes de quienes consideran que, lo decente, es defender a funcionarios del Gobierno aunque su actuación sea indefendible.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader Corona, actúa diferente. Escucha, por ejemplo, cuando ve en la prensa lagunas a ley de Fideicomisos, y dice que eso debe postergarse. También, cuando gravar la regalía pascual, que es impuesto regresivo o dar beneficio temporal a los haitianos; normas de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) reculadas y otras más que todos criticamos…
Abinader Corona las paró todas... Lo pensó bien y cambió esas ideas elitistas sugeridas por sus funcionarios de nariz parada y prefirió escuchar al pueblo.
Pero estos funcionarios nos critican o evocan argumentos de no hacer ruido en contra de los miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Por el contrario, quieren callar a la prensa, no aceptan nada que los contradiga y los que critican internamente, le invitan a renunciar del PRM.
Espero que en 2024 y en primarias internas no se burlen de la base, porque parece que ellos, los que están nombrados, cobrando y esperando volver en primarias cómo jefes, serán los que harán la campaña de reelección.
Estas son las razones de por qué la base no se debe callar, ni dejarse intimidar:
- Porque prohibir las críticas al Gobierno, pero permitir al mismo tiempo sólo las alabanzas al Gobierno son, en el mejor de los casos, ser hipócritas. Si el objetivo es no entorpecer la labor del Gobierno, que no se entorpezca a nadie: Ni con críticas ni con halagos.
- Porque la simple posibilidad de que una sola de las críticas vertidas contra el Gobierno sirva para que alguien en el Consejo de Ministros rectifique ideas y se salve la vida, o el trabajo, o las empresas, o los ahorros de un solo ciudadano es motivo suficiente, no sólo para tolerarlas, sino para incentivarlas.
- Porque no hay prueba alguna de que el silencio mediático haya hecho jamás que un Gobierno gestione mejor los asuntos públicos.
- Porque ningún Gobierno debería pensar, ni por un solo minuto, que existen determinadas circunstancias en las que su actuación no puede ser fiscalizada por la prensa y los ciudadanos.
- Porque el sentido de Estado puede que sea exigible a los partidos políticos de la oposición -con dudas- pero no a la prensa ni a los ciudadanos.
Las servidumbres de aquellos que ocupan, o podrían ocupar el poder no son las de los ciudadanos de a pie. No hacemos trabajo de la oposición, a ellos también le damos crítica por el latrocinio que ejecutaron en 2 décadas y por eso lo sacamos, pero si estos fallan, lo sacaremos también.
La pava no pone donde ponía, ya no somos indios...
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