Edwin "El Huracán" Bautista, un fenómeno de la radio
Mucho antes de que Edwin "El Huracán" Bautista se convirtiera en un "fenómeno" de la radio hispana del Sur de Florida, en su corazón hacía rato que ardía su pasión por los micrófonos.
Y es que el popular locutor y disc-jockey estrella de El Zol 106.7 FM se enamoró de la radio a cuando apenas tenía 11 ó 12 años, en los momentos que su padre salía de casa.
Su papá, don Andrés Avelino Bautista, en ese entonces era diácono de la Iglesia Católica en Santo Domingo y tenía un sistema de sonido para grabar cursos de cristiandad.
Cuando el adolescente Bautista veía que su padre se marchaba de casa, apuntaba los parlantes del aparato hacia la calle, empezaba a poner música y a enviarle "saludos" a todos los peatones que se cruzaban por el frente de su residencia en el Mirador del Sur, de la capital dominicana.
"Cuando hacíamos fiestas y reuniones en casa, me padre me dejaba ser el animador de la fiesta", comentó Bautista en entrevista con 809-News. "Me encantaba poner la música y hablar por el micrófono".
En ese momento, el ahora locutor de 46 años se dio cuenta de que "la radio era su vocación", y decidió que su futuro profesional eventualmente lo llevaría a convertirse en un protagonista de las ondas hercianas.
Tras graduarse de la secundaria, Bautista ingresó la Universidad APEC de Santo Domingo, donde estudió hotelería y turismo por espacio de dos años. Pero luego se capacitó en la Escuela Nacional de Locución del Profesor Otto Rivera.
"Ahí fue donde obtuve mi primera formación como locutor radial", expresó Bautista. "Allí me capacité y caminé mis primeros pasos como comunicador".
Sin embargo, Bautista nunca tuvo la oportunidad de trabajar formalmente en una estación de radio en su país, aunque sí estuvo bien de cerca de algunas leyendas de la radio quisqueyana quienes compartieron sus conocimientos y contribuyeron a su capacitación.
"No hay dudas que personalidades del calibre como Mike Romero (de la X102 FM), Teo Veras y Ross Peña (ambos de Radio Universal), escribieron un importante capítulo en mi formación profesional", apuntó. "Sin las cosas que ellos me enseñaron probablemente hoy no estuviera en la posición que me encuentro".
Pero la crisis económica que azotó a República Dominicana a principios de los años 1990s, la escasez de productos, el alto precio de la gasolina y las largas filas, empujaron a Bautista a salir del país a la escasa edad de 22 años.
"Estaba muy desencantado con mi país", expresó. Pero un pariente de su entonces pareja sentimental (y madre de su primer hijo) lo motivó a trasladarse a Miami para empezar una nueva vida de oportunidades en Estados Unidos.
"Inicialmente no tenía residencia, y como muchos inmigrantes me tocó trabajar en todo", recordó Bautista, quien trabajó en restaurantes de comida rápida, estacionado autos como valet en Miami Beach, y hasta en una fábrica de medias de mujer en Hialeah.
En su tiempo libre -y de forma voluntaria-, Bautista merodeaba por los estudios de la ya desaparecida estación WCMQ 1210 AM. Un amigo cercano (José "El Gallo" Rivera) lo ayudó para que tuviera acceso a la emisora y aprendiera todo lo relacionado consolas de sonido.
Su insistencia y dedicación prevalecieron, y el 24 de diciembre de 1994 recibió su mejor regalo de Navidad. El operador técnico de la consola no fue a trabajar y Bautista estaba más que capacitado para hacer el trabajo. "Llamaron Don Víctor, el gerente de la estación, y ante la emergencia me dieron la oportunidad".
Su estadía como operador en WCMQ 1210 AM, sin embargo, duró poco. Su pasión por hablar por el micrófono era tal que en un momento decidió abrir el audio y decir "La hora, 3 de la tarde". El icónico presentador radial Tomás García Fusté, quien en aquel momento dirigía el contenido editorial de la estación se molestó, pues en su opinión Bautista era un simple operador de consola que no tenía la autorización de salir al aire.
Pero el atrevimiento radial de Bautista al final fue beneficioso. Jesús Salas, otra importante figura de la radio en Miami, escuchó las seis palabras que dijo al aire y de inmediato se lo llevó a trabajar para otra estación radial: Estereo Fiesta 106.3 y 107.9 FM.
"Se puede decir que en ese momento fue cuando comenzó mi carrera profesional… Ese momento cambió mi vida", puntualizó.
Desde entonces, Bautista nunca ha dejado de hablar por radio. Eventualmente en 1998 regularizó su estatus migratorio, y pudo visitar por primera vez el país que había abandonado. Hoy tiene un currículo repleto de innumerables estaciones de radio para las que ha trabajado.
También por espacio de tres años laboró para Univision, como encargado de efectos especiales y producción del programa Sábado Gigante con Don Francisco. Ha trabajado además para el AméricaTeVe Canal 41 de Miami, y es actualmente la voz de Televisión Dominicana, de la cadena Imagina US.
Bautista se siente agradecido de la vida y de todas las bendiciones que asegura haber recibido. En su opinión, un aparatoso accidente vehicular que sufrió en 1987 en Santo Domingo (que casi le quitó la vida) fue una instancia trascendental para él, un evento que todavía hoy utiliza para seguir adelante dando lo mejor de él..
Por eso algún día espera poder regresar a su República Dominicana para, utilizando sus conocimientos de comunicación, poder llegar al pueblo dominicano y crear conciencia para hacerle frente a los problemas sociales que afectan a su país.
"Me duele mucho ver los problemas de mi país, como por ejemplo ver una bandera dominicana desgarrada, y que nadie haga algo para cambiarla", manifestó. "Somos un país muy rico, repleto de recursos que simplemente no son distribuidos adecuadamente para solucionar los problemas del país".
Pero mientras Bautista se prepara para el regreso a su tierra, éste compartió cómo fue bautizado como "El Huracán". El nombre surgió porque como siempre estaba corriendo de un trabajo a otro, llegaba a toda velocidad a su empleo radial. Al entrar al estudio la brisa que producía la puerta al entrar a la cabina movía todos los papeles de la pared, como si fuera un "huracán". Desde entonces, ese es su nombre radial…
El periodista Fernando Almánzar trabaja como Productor y Editor de Asignaciones en Telemundo, y ha sido galardonado con dos Premios Emmy como miembro del equipo del programa matutino "Un Nuevo Día".
Y es que el popular locutor y disc-jockey estrella de El Zol 106.7 FM se enamoró de la radio a cuando apenas tenía 11 ó 12 años, en los momentos que su padre salía de casa.
Su papá, don Andrés Avelino Bautista, en ese entonces era diácono de la Iglesia Católica en Santo Domingo y tenía un sistema de sonido para grabar cursos de cristiandad.
Cuando el adolescente Bautista veía que su padre se marchaba de casa, apuntaba los parlantes del aparato hacia la calle, empezaba a poner música y a enviarle "saludos" a todos los peatones que se cruzaban por el frente de su residencia en el Mirador del Sur, de la capital dominicana.
"Cuando hacíamos fiestas y reuniones en casa, me padre me dejaba ser el animador de la fiesta", comentó Bautista en entrevista con 809-News. "Me encantaba poner la música y hablar por el micrófono".
En ese momento, el ahora locutor de 46 años se dio cuenta de que "la radio era su vocación", y decidió que su futuro profesional eventualmente lo llevaría a convertirse en un protagonista de las ondas hercianas.
Tras graduarse de la secundaria, Bautista ingresó la Universidad APEC de Santo Domingo, donde estudió hotelería y turismo por espacio de dos años. Pero luego se capacitó en la Escuela Nacional de Locución del Profesor Otto Rivera.
"Ahí fue donde obtuve mi primera formación como locutor radial", expresó Bautista. "Allí me capacité y caminé mis primeros pasos como comunicador".
Sin embargo, Bautista nunca tuvo la oportunidad de trabajar formalmente en una estación de radio en su país, aunque sí estuvo bien de cerca de algunas leyendas de la radio quisqueyana quienes compartieron sus conocimientos y contribuyeron a su capacitación.
"No hay dudas que personalidades del calibre como Mike Romero (de la X102 FM), Teo Veras y Ross Peña (ambos de Radio Universal), escribieron un importante capítulo en mi formación profesional", apuntó. "Sin las cosas que ellos me enseñaron probablemente hoy no estuviera en la posición que me encuentro".
Pero la crisis económica que azotó a República Dominicana a principios de los años 1990s, la escasez de productos, el alto precio de la gasolina y las largas filas, empujaron a Bautista a salir del país a la escasa edad de 22 años.
"Estaba muy desencantado con mi país", expresó. Pero un pariente de su entonces pareja sentimental (y madre de su primer hijo) lo motivó a trasladarse a Miami para empezar una nueva vida de oportunidades en Estados Unidos.
"Inicialmente no tenía residencia, y como muchos inmigrantes me tocó trabajar en todo", recordó Bautista, quien trabajó en restaurantes de comida rápida, estacionado autos como valet en Miami Beach, y hasta en una fábrica de medias de mujer en Hialeah.
En su tiempo libre -y de forma voluntaria-, Bautista merodeaba por los estudios de la ya desaparecida estación WCMQ 1210 AM. Un amigo cercano (José "El Gallo" Rivera) lo ayudó para que tuviera acceso a la emisora y aprendiera todo lo relacionado consolas de sonido.
Su insistencia y dedicación prevalecieron, y el 24 de diciembre de 1994 recibió su mejor regalo de Navidad. El operador técnico de la consola no fue a trabajar y Bautista estaba más que capacitado para hacer el trabajo. "Llamaron Don Víctor, el gerente de la estación, y ante la emergencia me dieron la oportunidad".
Su estadía como operador en WCMQ 1210 AM, sin embargo, duró poco. Su pasión por hablar por el micrófono era tal que en un momento decidió abrir el audio y decir "La hora, 3 de la tarde". El icónico presentador radial Tomás García Fusté, quien en aquel momento dirigía el contenido editorial de la estación se molestó, pues en su opinión Bautista era un simple operador de consola que no tenía la autorización de salir al aire.
Pero el atrevimiento radial de Bautista al final fue beneficioso. Jesús Salas, otra importante figura de la radio en Miami, escuchó las seis palabras que dijo al aire y de inmediato se lo llevó a trabajar para otra estación radial: Estereo Fiesta 106.3 y 107.9 FM.
"Se puede decir que en ese momento fue cuando comenzó mi carrera profesional… Ese momento cambió mi vida", puntualizó.
Desde entonces, Bautista nunca ha dejado de hablar por radio. Eventualmente en 1998 regularizó su estatus migratorio, y pudo visitar por primera vez el país que había abandonado. Hoy tiene un currículo repleto de innumerables estaciones de radio para las que ha trabajado.
También por espacio de tres años laboró para Univision, como encargado de efectos especiales y producción del programa Sábado Gigante con Don Francisco. Ha trabajado además para el AméricaTeVe Canal 41 de Miami, y es actualmente la voz de Televisión Dominicana, de la cadena Imagina US.
Bautista se siente agradecido de la vida y de todas las bendiciones que asegura haber recibido. En su opinión, un aparatoso accidente vehicular que sufrió en 1987 en Santo Domingo (que casi le quitó la vida) fue una instancia trascendental para él, un evento que todavía hoy utiliza para seguir adelante dando lo mejor de él..
Por eso algún día espera poder regresar a su República Dominicana para, utilizando sus conocimientos de comunicación, poder llegar al pueblo dominicano y crear conciencia para hacerle frente a los problemas sociales que afectan a su país.
"Me duele mucho ver los problemas de mi país, como por ejemplo ver una bandera dominicana desgarrada, y que nadie haga algo para cambiarla", manifestó. "Somos un país muy rico, repleto de recursos que simplemente no son distribuidos adecuadamente para solucionar los problemas del país".
Pero mientras Bautista se prepara para el regreso a su tierra, éste compartió cómo fue bautizado como "El Huracán". El nombre surgió porque como siempre estaba corriendo de un trabajo a otro, llegaba a toda velocidad a su empleo radial. Al entrar al estudio la brisa que producía la puerta al entrar a la cabina movía todos los papeles de la pared, como si fuera un "huracán". Desde entonces, ese es su nombre radial…
El periodista Fernando Almánzar trabaja como Productor y Editor de Asignaciones en Telemundo, y ha sido galardonado con dos Premios Emmy como miembro del equipo del programa matutino "Un Nuevo Día".
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